Frecuentemente escucho frases como “en mi época eso no se usaba”, “a mí me daban eso de comer y no estoy enfermo”, “yo ni silla del coche usaba y no me morí”, “cuando yo era niño me daban frutsi diario” y así sobre muchísimas cosas.

Esa SÍ es una de las batallas que decido luchar, porque la vida cambia, el mundo evoluciona y las cosas no pueden ser como antes.

Simplemente hay muchísimas cosas que desconocíamos y ahora sabemos. Y me voy por la fácil para no meterme en temas de crianza y de esos más delicados. Mejor pongo como ejemplo la alimentación. Todo lo que tal vez nos tocó como hijos comer, llevar de lunch, y fue parte de nuestra dieta y ahora sabemos hace daño o es muy poco saludable. Y que no nos digan que estamos al cien y no nos pasó nada, porque está comprobado también que las personas se enferman más jóvenes que antes, tienen padecimientos más complicados y una de las causas es sin duda lo que nos daban y que antes no se sabía los efectos que tenían. Por eso, en este caso en particular pienso que debemos ser mamás más conscientes de la alimentación y de todo lo que en general metemos al sistema de nuestros hijos, aunque sea más fácil que se coman una mantecada que ponerles unas verduras de lunch. No se trata de satanizar o como me dicen por ahí de prohibirles todo, sino de informarse y decidir lo mejor para ellos.

Lo mismo pasa en temas de seguridad, como cruzarse a la tienda porque “no pasa nada y su papá iba solo desde los ocho años” y entender que, tristemente, ahora las cosas no son tan seguras como antes y que si mandas al niño solo a la tienda corre un riesgo. O si a los cuatro años ya no se usaba eso de la silla en el coche y hasta iban siete en un vocho y uno era un bebé. Antes había menos tránsito, menos coches, ahora afortunadamente existen las sillas para que las usen hasta los 7 años. Y es ley usarla en algunos países hasta esa edad, porque los accidentes pasan.

O si es un niño chiquito y decides amarrarlo a la dichosa correa cuando están en un lugar público para que esté seguro y eso se veía mal en el pasado porque “no traes un perro”. La realidad es que vivimos en un mundo mucho más peligroso que hace 50 años y las cosas no son como solían ser.

Y así con el tema que quieran, la tecnología que antes no existía, y aprender a dosificárselas para no hacerles daño, aunque sea cómodo que la nana iPad los cuide, o ceder para que dejen de molestar porque todos sus amigos tienen un celular y “¿cómo ellos –niños de sólo 9 años– no?”, o con las visitas a las casas de los amigos, los remedios caseros en lugar de ir al doctor, las primeras fiestas o hasta la ida al antro. Simple y sencillamente no podemos aplicar ni los métodos de antes, ni vivir como nuestros padres o abuelos porque hoy todo es muy diferente y seguramente así será cuando nuestros hijos tengan hijos.

Sin duda habrá consejos o técnicas que sigan vigentes, pero no deberíamos sentirnos mal cuando alguien cuestiona alguna de nuestras decisiones si empieza con la frase “en mi época”.