Presentar a tu bebé a los sólidos es un avance emocionante lleno de derrames, emociones y… más derrames. Dejando a un lado todas las cosas relacionadas con el comedor, es divertido para toda la familia descubrir qué sabores y texturas deleitan las papilas gustativas de su bebé. Para muchos padres, la comida casera para bebés es una alternativa más viable desde el punto de vista financiero (y a menudo más nutritiva) que comprar en la tienda. Pero, ¿cuánto dura la comida casera para bebés?

Cuando intentas hacer alimentos sanos y caseros para tu bebé, puede ser un gran esfuerzo y no tanto una recompensa. Algunos días, es posible que tu bebé no esté de humor para, digamos, los chícharos y la calabaza, ¿así que se puede refrigerarlos y guardarlos para después?

Dependiendo del tipo de ingredientes utilizados para preparar los alimentos caseros y de cómo se almacenan los alimentos, existen diferentes “vidas útiles” para cada uno. En términos de seguridad alimentaria, manejo y preparación, existe una ligera diferencia de opinión en el tiempo exacto en que ciertos alimentos pueden ser refrigerados o congelados, pero tienden a mantenerse dentro de un rango general.

Cuando se trata de alimentos infantiles preparados que incluyen carne, pollo, pescado o productos lácteos, el sitio web Food Safety recomienda guardarlos en el refrigerador por no más de 24 horas. Para alimentos caseros compuestos de frutas y verduras, no se recomienda más de 48 horas de tiempo de refrigeración.

Como señala el sitio web BabyCenter, las familias que hacen sus propios alimentos para bebés, en lugar de comprar en la tienda, no se atribuyen a una sola receta o método. Al comenzar tu viaje de comida casera sólida con el bebé, puedes optar por simplemente hacer puré de frutas, verduras, granos y otros alimentos mezclándolos con leche materna, agua o fórmula. O bien, puedes ir por la ruta de hacer puré lo que tú y el resto de la familia coman en una consistencia que tu bebé pueda manejar. Es importante tener en cuenta cuáles son los ingredientes en cada uno de los alimentos, para que puedas tomar una decisión informada sobre cuánto tiempo almacenar cada alimento.

Para una vida de almacenamiento más larga, la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) recomienda que congeles alimentos para bebés hechos en casa al poner la mezcla en una bandeja de cubitos de hielo, cubriéndolos con plástico y colocándolos en el congelador. Después de que estén congelados, debes poner los cubos en una bolsa de congelador o en un recipiente hermético y poner la fecha en el exterior. Una vez que el tiempo de almacenamiento ha excedido los tres meses, la FDA sugiere tirar la comida. El sitio web del Servicio de Alimentos y Nutrición (FNS, por sus siglas en inglés) del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA), especifica el descarte de alimentos para bebés hechos en casa, donde los ingredientes incluyen alimentos congelados después de un mes.

Pero, ¿qué deberías hacer con los restos de comida si el bebé no los quiso? Cuando se trata de almacenar los restos de comida para bebés en el refrigerador después de una comida, los expertos aceptan que debes tirar los alimentos que quedan en el tazón del bebé para no arriesgarse a la propagación de bacterias.

Eso significa que al alimentar al bebé, será prudente repartir pequeños trozos de comida en sus platos para que no te arriesgues a tener que tirar todos tus esfuerzos de hacer puré. BabyCenter recomienda a los padres que siempre usen una cuchara limpia para servir los alimentos para bebés de su recipiente, en el plato del bebé o en su tazón. La FDA explica que la preocupación es que la saliva de la cuchara pueda contaminar el alimento que contiene el frasco.

¿Otro consejo para los padres? Asegúrate de poner lo que hayas terminado de servir a refrigerar o dile adiós. El sitio web de la FDA instruye a los padres a tirar cualquier alimento perecedero (como comida casera para bebés) que haya estado fuera del refrigerador sin una fuente de agua fría durante más de dos horas. Una vez más, el problema aquí es la posible propagación de bacterias, que pueden prosperar en los alimentos (especialmente las carnes cocidas) mantenidos a temperatura ambiente.

Cuando se trata de alimentos para bebés caseros de los que no estás segura, la FDA alienta a los padres a utilizar el concepto: “Si tiene dudas, tírelo”. Ni siquiera vale la pena realizar una prueba de sabor en los alimentos, porque “un alimento puede contener microorganismos productores de enfermedades pero con sabor normal”. Así que, más vale prevenir que lamentar.