Si estás amamantando directamente de los pechos o a veces usas la mamila para hacerlo, es probable que llegue un momento en que tendrás que almacenar tu leche extra. Incluso después de seguir las directrices de almacenamiento adecuadas, es posible que haya un momento donde tu leche no sirve. Lo que lleva a la pregunta, ¿cómo saber cuando tu leche materna ya no sirve?

Como cualquier madre amamantando te dirá, la leche materna almacenada es invaluable para nosotras, porque es un trabajo extra el sacarla y guardarla para nuestros hijos. También es importante tener un suministro de leche para que tu pareja pueda turnarse para alimentar y unirse con el bebé.

Siguiendo las pautas de duración de almacenamiento para la leche humana, esta se puede mantener fresca y segura para el bebé por mucho tiempo. Pero si llega el día en que te cuestionas la frescura de tu suministro, aquí hay algunas maneras con las que puedes comprobar que tu leche materna se almacenó bien.

1 Comprueba la fecha en el contenedor
Escribe siempre la fecha en el contenedor de almacenamiento y cuenta hacia adelante desde allí. La leche materna permanecerá fresca en un congelador de 6 a 12 meses, en un congelador normal de 3 a 6 meses y en un compartimento congelador dentro del refrigerador por hasta dos semanas.

Olvídate de poner la leche en el refrigerador. Los expertos indican que la leche materna a temperatura ambiente es buena durante seis a ocho horas.

2 Sellar la leche materna
GlobalPost advirtió que la leche materna estropeada tendrá un olor rancio o agrio y no debe consumirse. La leche materna también puede oler a jabón debido a la grasa que se descompone durante el almacenamiento. Todavía es seguro para el bebé consumir la leche cuando esto sucede, pero los bebés pueden rechazar la leche con sabor a jabón, y recomienda a las madres congelar un lote pequeño para probar antes de almacenar una gran fuente que tendrá que ser desechada.

3 Prueba La leche materna
La leche materna fresca tiene un sabor dulce. Cuando tiene sabor amargo: esa leche no sirve y debe ser tirada. Al igual que con el olor, si la leche sabe jabón, todavía debe ser segura para consumir. Siempre usa tu mejor juicio y recuerda: mejor tírala.