Muchas madres tienen la intención de amamantar mucho antes de dar a luz. Es un gran objetivo, pero la mayoría de las nuevas mamás no están preparadas para los inevitables baches que se encontrarán en el camino. Dominar el arte del agarre, por ejemplo, es difícil de lograr para algunas madres.

Aunque suene pequeño, el agarre, cierre o enganche es realmente uno de los pasos más fundamentales para la lactancia materna eficaz y sana. Por suerte, hay algunas razones comunes por las que un bebé no puede cerrar la boca apropiadamente, lo que puede explicar la raíz de tus problemas de lactancia materna.

Si estás tratando con un agarre poco profundo, esto puede causar para tu propio cuerpo y la capacidad de tu bebé para mamar correctamente. Según la American Pregnancy Association, un agarre adecuado es la parte más importante de la lactancia materna y si no se domina, puede causar congestión, mastitis, bajo suministro y un bajo aumento de peso y la probabilidad de desarrollar depresión posparto.

Afortunadamente para las madres que sospechan un agarre poco profundo, el problema puede ser resuelto y la lactancia materna puede ser la hermosa experiencia que está destinada a ser. Detectar el problema es el primer paso para corregirlo, por lo que si experimentas alguna de estas situaciones que llevan a un mal enganche, estás a un paso más cerca de corregirlo y lactar sin dolor.

1 Posicionamiento

Un posicionamiento deficiente es una causa principal del agarre poco profundo. Según La Liga de la Leche Internacional (LLLI) algunas posiciones para amamantar en realidad se interponen en el camino de un enganche adecuado. Si estás luchando para conseguir que tu bebé se agarre profundamente, pruebe la técnica relajada o el balón de fútbol.

2 Tienes pezones invertidos o planos

Las madres con pezones invertidos o planos por lo general no se enfrentan a problemas con la lactancia materna, pero puede provocar dificultad con el cierre en algunos casos. El artículo sugiere usar la técnica de cierre profundo para asegurar que tu bebé tenga la mayor parte de tu areola en la boca para ayudar a extraerla. Esta práctica, “crea” un pezón más grande para que chupen y asegura que se estén usando suficiente mama para obtener la leche que necesitan.

3 Tus pechos están hinchados

Hinchazón y un cierre adecuado puede parecer un círculo vicios. El sitio Medela sugiere alimentar a tu bebé tan a menudo como sea posible para disminuir sus probabilidades de ingurgitación, así como obtener ayuda de un consultor de lactancia si el agarre del bebé no es lo suficientemente profundo para disminuir la presión.

4 Tu bebé tienen lazo de la lengua o del labio

Otro artículo de LLLI observó que la lengua es un jugador importante en dominar un cierre apropiado. Aunque el lazo de la lengua no es común, los bebés que tienen la condición pasan a menudo un rato más difícil. Por suerte, el artículo también declaró que incluso los bebés con la lengua así, suelen ser capaces de aprender a amamantarse con eficacia con la ayuda de un consultor de lactancia sin someterse a tratamiento invasivo.

5 Tu bebé fue prematuro
Si tu bebé nació prematuramente, tu leche materna es aún más esencial para su crecimiento y maduración. Pero para muchos de estos pequeños, es difícil acostumbrarse al pecho. Recurrir a la ayuda de un consultor de lactancia es una gran manera de abordar el problema antes de que empeore.