La siguiente historia ha tomado relevancia en los últimos días desde que se difundió en medios internacionales y tiene por objetivo hacer conciencia en los padres de familia que usan redes sociales y que se conozcan los peligros que corren los menores al compartir fotografías.

Se trata de una mujer de 29 años, de nombre Amanda Morgan, quien encontró fotografías editadas de su hija en un sitio web de abuso infantil, hecho que la dejó completamente horrorizada.

La madre de Callia, quien actualmente tiene dos años publicó las imágenes de la menor a través de su cuenta de Instagram cuando tenía solamente seis meses, fueron otros padres quienes le avisaron a Amanda sobre las fotos que estaban en un sitio web ruso donde pedófilos podían buscarlas y hacer comentarios.

En una fotografía de Callia, aparece con su rostro retocado, donde cambiaron el color de sus ojos, le pusieron las pestañas largas y además color en sus labios, los comentarios que encontró fueron perturbadores, por lo que lloró incontrolablemente durante 45 minutos.

Foto: Especial

“Mi pareja no pudo calmarme, estaba llorando y temblando. Pensé que todo era culpa mía porque tenía esta página de Instagram. Hay tres fotos de mi hija en ese sitio web, no la he arreglado así, yo no hubiera maquillado a mi bebé. Tiene ojos color avellana, pero alguien los ha editado para que se vean de color verde brillante y ha añadido pestañas negras y lápiz labial. Tan repugnantes fueron los comentarios sobre Callia. Hay otras cosas que están ahí son aún peores. Casi vomito, literalmente. No he estado durmiendo bien desde que me enteré”, expresó para el portal Metro.

Ahora busca advertir a otros padres y evitar que las fotos de sus hijos caigan “en manos equivocadas”. Por el momento busca al igual que otros padres tratar de cerrar el sitio web, aunque todavía permanece activo.

“Estos niños están siendo abusados ​​y sus propios padres les toman fotografías. Me siento tan enferma y triste por esos bebés”, recalcó Amanda quien cambió la privacidad de su Instagram, además denunció el sitio web a la policía y agregó: “No quiero que nadie más pase por eso y no quiero que estos niños estén en ese sitio con esto sucediéndoles. Quedarme callado no ayuda a nadie, necesito que la gente sepa que este sitio está ahí y que cuanta más atención se le preste, lo eliminarán”.