Si estás embarazada y te preparas para tener a tu bebé, escuchar las palabras “Labor y parto” será muy común para ti. Y como estamos acostumbrados a ver estas palabras juntas,  es fácil pensar que son lo mismo. Pero resulta que no. Si bien ambos son típicamente parte del proceso de nacer, hay diferencias importantes entre el trabajo de parto y el parto que deberías saber.

Según What to Expect, “trabajo o labor de parto” se refiere al largo proceso que atraviesa tu cuerpo para prepararse para el parto. Durante este tiempo, tu útero se contrae y tu cerebro libera hormonas para hacer que tu cuello uterino adelgace y se dilate. Puede llevar días, o incluso semanas, de trabajo de parto llegar al momento en que estás lista para dar a luz. La Clínica Mayo explica que el “parto” en realidad se refiere a la segunda etapa del nacimiento, que implica empujar a tu bebé fuera del útero y a través del canal de parto (si tienes un parto vaginal).

Y con todo eso en mente, aquí hay todo lo que necesitas saber sobre las diferencias entre el trabajo de parto y el parto:

El parto y el trabajo de parto son partes diferentes del proceso de nacimiento:

Según What To Expect, entre el trabajo de parto y el parto hay grandes diferencias. El trabajo de parto es la primera etapa del parto. Incluye tres fases: parto temprano, trabajo activo y trabajo de transición. El trabajo de parto temprano ocurre cuando el cerebro libera hormonas como la oxitocina para estimular las contracciones uterinas y hacer que el cuello uterino se borre (se vuelva más delgado) y se dilate (se haga más grande).

Es posible que ni siquiera notes que sucede. El trabajo activo es cuando tu cuello uterino se dilata a unos siete centímetros y generalmente comenzarás a sentir contracciones dolorosas. El trabajo de transición es el último “empujón” antes del parto, y generalmente es la parte más dolorosa y emocional. Aquí las contracciones se aceleran, se vuelven más largas y son más intensas para dilatar completamente el cuello uterino a 10 cms necesarios.

El trabajo de parto suele ser más prolongado que la entrega:

Para algunas mujeres, el parto prematuro puede durar semanas. La Clínica Mayo señala que el trabajo de parto activo puede variar en duración de horas a días, pero generalmente promedia alrededor de ocho horas para las madres primerizas, o menos para quienes ya han tenido hijos.

Por el contrario, la entrega es intensa pero rápida, por lo general solo toma de unos minutos a una hora en completarse.

Algunas personas entran al trabajo de parto sin parir:
Según ACOG, algunas mujeres embarazadas experimentan trabajo de parto pero nunca tendrán un parto vaginal (o parto). Esta experiencia se llama trabajo de parto falso, o trabajo prodrómico, y puede durar semanas sin cambiar el cuello uterino suficiente como para permitir dar a luz.

De acuerdo con el mismo sitio, otras personas que experimentan trabajo de parto no progresan a través de las fases lo suficientemente rápido, por lo que necesitan ayuda médica. Las terapias incluyen pitocina o ruptura artificial de las membranas y pueden aumentar el trabajo de parto para producir contracciones lo suficientemente fuertes. Si lo anterior no funciona, se necesitará una cesárea.