Aprender a ser padres de una manera beneficiosa para nuestros hijos no es fácil. Afortunadamente, aprender sobre los cuatro estilos principales de apego en los niños -seguros, ambivalentes, evitativos y desorganizados- puede ayudarte a descubrir qué es lo mejor. De hecho, hay indicios de que tu hijo tiene el estilo de apego evitativo.
El estilo de apego evitativo, según GoodTherapy.org, significa que un niño “a menudo no llora cuando está separado del padre, evita e ignora al padre cuando se reúne” (alejándose, volviéndose distante o sin apoyarse en los brazos si lo cargan), y muestra poca o ninguna proximidad o búsqueda de contactos, sin angustia o enojo en las separaciones”.
Entonces, si es algunas señales de esto en tu hijo y te preguntas cómo criarlo mejor y ajustar su plan de juego, aquí hay 5 signos de que tu hijo tiene el estilo de archivo adjunto de evitativo.
1 Se enfocan en sus juguetes:
Según GoodTherapy.org, un niño con un apego evitativo se “enfocará más en los juguetes y el medioambiente que en un cuidador en situaciones nuevas y extrañas”. Entonces, por ejemplo, si dejas a tu hijo en una nueva guardería e inmediatamente se enfoca en los juguetes que ofrece la guardería, y parece no molestarse con sus nuevos cuidadores o el hecho de que estará allí, es probable que se inclinen hacia este particular tipo de método de crianza.
2 No son emocionales:
Según GoodDirection.org, cuando un niño tiene un estilo de apego evitativo, sus “respuestas al padre a menudo parecen carentes de emoción”.
3 No lloran:
Si tu hijo parece no emocionarse, es probable que rara vez, o nunca, llore. Según PsychAlive, un niño con un estilo de apego evitativo tratará de evitar el llanto, especialmente alrededor de sus padres y/o cuidador.
4 Resisten el contacto físico:
Según PsychAlive, un bebé o un niño pequeño que resiste activamente el contacto físico con sus padres podría inclinarse hacia ese estilo de apego evitativo.
5 Son muy independientes:
Según Psychology Today, los niños con un estilo de apego evitativo muestran signos tempranos de independencia, y con frecuencia son autosuficientes. ¿Eso es algo malo? Por supuesto no. Nuestra meta entera, como padres, es criar hijos autosuficientes e independientes, pero será normal que te alejen un poco de sus actividades.
Si estos signos antes mencionados describen a tu hijo, eso no significa necesariamente que tu hijo tendrá un tipo de apego de este tipo: no olvides que no hay dos hijos iguales. Pero al comprender las diferencias clave en cada estilo de apego y el niño, así como también cómo tú y tu esposo, como padres, han contribuido a ellos y pueden ser capaces de adaptarse ahora que están conscientes de ellos, tu relación con tu hijo puede cambiar para mejor.