Los niños son conocidos por no disfrutar siempre de su rutina para irse a la cama, desde odiar los baños hasta rebelarse contra el sueño mismo. Puede ser tentador para los padres renunciar por completo a la rutina, preguntándose cuál es el punto de pelear cada noche, ¡pero no te rindas! Un nuevo estudio descubrió que la rutina de la hora de acostarse de tu hijo podría ayudarlo a dormir mejor, mejorar su rendimiento en la escuela y prepararlo para el éxito a medida que envejecen.

En coautoría con la psicóloga Dra. Julia Allen, “Bedtime Routines Child Wellbeing & Development” descubrió, según The Herald, “niveles más bajos de ansiedad, ira y fatiga reportados por los padres con rutinas óptimas para irse a la cama”.

Para llegar a esta conclusión, participaron 50 padres de niños de 3 a 5 en el estudio. A los padres se les preguntó sobre el horario de cama de sus hijos, la frecuencia de cepillado de dientes, los bocadillos y su consumo por la noche, y si a los niños se les permitía leer o usar dispositivos electrónicos antes de acostarse, según The Sun. Después, los investigadores compararon esos resultados con informes escolares y dentales.

Al comparar estos datos, los investigadores pudieron concluir que no solo los niños con rutinas regulares de la hora de acostarse tienen mejor bienestar emocional, sino que también tenían mejores dientes. Las rutinas de la hora de acostarse, en otras palabras, son importantes para casi todos los aspectos de la salud de un niño: emocional, psicológico y físico.

La importancia general de una rutina regular con los niños no puede ser subestimada. Como lo señaló el Instituto de Desarrollo Infantil, la rutina les permite a los niños saber qué pasará y quién estará cerca de ellos. Es especialmente importante a medida que envejecen, porque esta confianza en los eventos del día les da un poco más de coraje para pensar y sentirse de forma independiente. Los niños todavía están aprendiendo cómo funciona el mundo, después de todo.

Las rutinas de la hora de acostarse ayudan a los niños a aprender cómo relajarse durante la noche y enseñarles cómo cuidar sus cuerpos. La mayoría de los niños con gusto saltearían cepillarse los dientes si no fuera parte de una rutina diaria. Incluso si los padres pueden pensar que parte de una rutina no es importante, si quieres que un niño haga algo más adelante en la vida, mantén la coherencia. Es mejor hacerse un hábito ahora que luchar más tarde.

Si tienes problemas con las rutinas de la hora de dormir, asegúrate de revisar la tuya y pregúntate: ¿es consistente? Los pequeños detalles pueden cambiar como lo hacen los niños, pero los aspectos básicos (como cambiarse a pijama, cepillarse los dientes, etc.) y el orden deben seguir siendo esencialmente los mismos.

La hora de acostarse puede ser agotadora, especialmente cuando los niños huyen. Pero solo empeorará si los niños sienten que no tienen ningún control durante todo el proceso, dales la oportunidad de tomar pequeñas decisiones, como decidir qué libro leer o qué pijama usar. Y no importa qué, quédate con la rutina.