Cada padre que ha incorporado tecnología en la vida de su niño se ha sentido culpable en algún momento por hacerlo. Eso se debe a que los estudios han encontrado que el uso temprano de la tecnología puede afectar negativamente el desarrollo cognitivo y conductual de un niño. Pero un término medio se acaba de descubrir: una nueva investigación ha demostrado que los videojuegos no dañan a los niños pequeños, siempre y cuando los padres participen en la diversión.

Un nuevo estudio de la Universidad de California-Santa Cruz encontró que los niños de 2 años que jugaban los videojuegos no educativos con sus padres corrían tan bien como sus compañeros físicamente activos en pruebas cognitivas, según HealthDay News. Los investigadores dividieron a 78 niños pequeños en tres grupos (uno que corría, otro que dibujaba y coloreaba, y otro que jugaba juegos solos), y descubrieron que los niños que invitaban a los adultos a unirse podían ordenar los objetos por forma y color tan bien como los niños que realizan actividad física.

Y lo que es más: los niños pequeños que jugaban juegos sin la participación de un adulto se desempeñaban tan bien en las pruebas de flexibilidad mental como los participantes de 2 años en el grupo de dibujo, mostró el estudio.

El autor del estudio Nick Antrilli, un candidato doctoral en el Laboratorio de Desarrollo Infantil de la Universidad de California-Santa Cruz, dijo, según HealthDay News:

“Dado el alcance de nuestro estudio, no podemos hablar sobre el uso de la tecnología como una “niñera” independiente -es decir, poner un iPad en las manos de un niño y marcharse- no es una ventaja para el niño. Sin embargo, sí vimos que la interactividad social, al menos cuando la iniciaba un niño pequeño, podía ser beneficiosa”.

Los pequeños que eran físicamente activos (jugaban a la pelota o gateaban), superaron a los otros grupos en las pruebas cognitivas, de acuerdo con los materiales de presentación de la APA. Estos hallazgos, entonces, afirman lo que un gran cuerpo de investigación ya ha demostrado: la actividad física regular en la primera infancia puede tener un impacto significativo en el desarrollo cognitivo y del comportamiento de un niño pequeño, así como en su salud.

Por el contrario, el uso regular de la tecnología puede tener un impacto negativo en su desarrollo social, así como en su salud. Un efecto: los pediatras en el Reino Unido han afirmado recientemente que el uso diario de tabletas ha afectado la capacidad de los niños para sostener lápices y lapiceras correctamente debido a los músculos de los dedos poco desarrollados, según The Guardian.

Antrilli señala que este es solo un estudio “exploratorio” y que las diferencias entre los grupos eran lo suficientemente pequeñas como para ser consideradas “insignificantes”: “Se necesita más investigación para aclarar qué papel tiene la interacción social durante el juego con pantalla táctil en la flexibilidad cognitiva de los niños pequeños”.

Dejando de lado la necesidad de más investigación, los hallazgos de investigación de Antrilli, al menos, apuntan a un posible término medio para los padres preocupados por el uso de la tecnología de su bebé.

Es posible que no puedas cambiar tu rutina por completo y si tratas de hacer malabares con el trabajo, la maternidad y las responsabilidades personales a la vez, quizá esa es la razón por la cual tu hijo usa una tableta más de lo que quieres. Pero saber que la vinculación con los videojuegos tiene un impacto bajo debería ser suficiente para intentarlo.