La vacunación de niños es complicada, la mayoría de las personas valoran y siguen el programa de vacunas recomendado, pero otros expresan preocupación sobre el número, frecuencia y seguridad de estas vacunas. Todos estos padres obvio desean lo mejor para sus hijos y hacer todo lo posible para protegerlos y mantenerlos sanos. Y si estás contra las vacunas, es importante considerar cómo no vacunar a los niños puede afectarlos más adelante en la vida.

La Academia Estadounidense de Pediatría (AAP) “respalda firmemente la inmunización universal”. “La vacunación contra una serie de agentes infecciosos, como la polio, viruela, sarampión, influenza haemophilus b, paperas, rubeola, entre otros, han sido algunos de los mayores avances de la medicina moderna”, dijo el Dr. Carlos Salama, especialista en enfermedades infecciosas y Profesor de Medicina en la Escuela de Medicina de Icahn en Nueva York.

Así que en caso de que aún estés pensando si vacunar o no, aquí hay algunas cosas a considerar.

1 Pueden tener problemas para inscribirlos en la escuela:
Para mantener la seguridad de la salud pública, hay leyes para las cuales se requieren vacunas para ingresar a la escuela pública. Los estados pueden determinar si permitirán exenciones médicas, religiosas y/o filosóficas y cada estado tiene procedimientos establecidos para recibir estas exenciones. Si tu decisión no cuadra con estas leyes, quizá tu hijo no podrá asistir a escuela pública.

2 Pueden tener problemas para permanecer en la escuela (si hay un brote):
Esto varía, pero por ejemplo, si a tu hijo se le permite inscribirse en una escuela pública y hay un brote en su comunidad de una enfermedad para la que tu hijo no está vacunado, se te puede pedir que lleves a su hijo fuera de la escuela y se le relacionará con lo sucedido.

3 Son vulnerables a las enfermedades que las vacunas están diseñadas para prevenir:
Esto es obvio, pero aún vale la pena mencionarlo. Los padres de niños con enfermedades infecciosas explicaron que “sin vacunas, las epidemias de enfermedades prevenibles con vacunas regresarían”. Polio, por ejemplo. Antes de que se introdujera una vacuna, se reportaban de 13,000 a 20,000 casos de poliomielitis paralítica cada año solo en Estados Unidos; hoy, “los poliovirus salvajes han sido eliminados en todo el Hemisferio Occidental y los casos son muy raros”.

4 “Inmunidad a la manada” se interrumpe:
La vacunación de tu hijo también protege a bebés y niños nuevos (como sus amigos o compañeros de clase) que no pueden vacunarse, ya que reduce la incidencia de la enfermedad (se conoce como “inmunidad colectiva”). El Dr. Ken Feuerstein, pediatra en Nueva York, advierte que es más probable que alguien que no esté inmunizado no inmunice a sus hijos y esto podría resultar en proporciones cada vez mayores de población que no recibe vacunas, precipitando un retorno de enfermedades erradicadas o muy reducidas, como la viruela y polio. Los bebés no se vacunan de inmediato y hay muchos niños que, debido a problemas de salud, no pueden vacunarse; estos niños dependen de la inmunidad de los demás y corren un riesgo mayor de contraer virus y enfermedades.

5 Deben revelar su estado de vacuna a cualquier personal médico con el que sean vistos:
Los Centros para el Control de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) recomendaron que informes a cualquier miembro del personal médico con el que tu hijo entre en contacto que no ha recibido todas o algunas de ellas. Esto incluye visitas a la sala de emergencias, llamadas al 911 y visitas a un médico que no es su médico habitual. Esto pasa porque, a) “el médico deberá considerar la posibilidad de que tu hijo tenga una enfermedad prevenible por vacuna”; y b) dependiendo de los síntomas de tu hijo, es posible que el personal necesite aislarlo de cualquier persona que corra un alto riesgo de contraer lo que sea que tu hijo padezca.