Para las mujeres que luchan contra la infertilidad, a veces la fertilización in vitro (FIV) les ofrece la mejor posibilidad de quedar embarazadas y según un nuevo estudio publicado en JAMA Internal Medicine, las mujeres que se someten a ésta, tienen algo más que considerar, también: si consumieron productos con alto contenido de pesticidas tenían menos probabilidades de quedar embarazadas a través de la FIV.

El estudio rastreó a 325 mujeres sometidas a tratamientos de infertilidad para quedar embarazadas y varios factores que podrían influir en sus ciclos de FIV, como el peso, la edad y la dieta. Usando cuestionarios detallados sobre la dieta, los investigadores compararon los alimentos que estas mujeres comieron con la base de datos de plaguicidas del Departamento de Agricultura de Estados Unidos.

Los alimentos con algunas de las cantidades más altas de residuos de pesticidas incluyen fresas, espinacas y tomates. Lo que encontraron los investigadores fue sorprendente: las mujeres que estuvieron expuestas a la mayor cantidad de pesticidas a través de productos con alto contenido de estos tenían un 18% menos de probabilidades de quedar embarazadas durante sus ciclos de FIV. Aún más discordante: estas mujeres también tenían un 26% menos de probabilidades de tener un nacimiento vivo, lo que significa que tenían más probabilidades de sufrir abortos espontáneos.

Los investigadores se apresuraron a señalar que el 90% de la población en los Estados Unidos tiene “concentraciones detectables de pesticidas o sus metabolitos” en su orina y sangre. Dicho esto, sus datos parecen proporcionar un vínculo entre los pesticidas y las tasas de fracaso de FIV; más específicamente, que una mayor cantidad de pesticidas que se consumen después del tratamiento de infertilidad puede provocar un aumento en el ciclo de FIV o abortos espontáneos.

Los investigadores también señalaron que el suyo fue el primer estudio que evaluó específicamente la relación entre el consumo de plaguicidas a través de la dieta y el “éxito reproductivo” humano, razón por la cual rastrearon a mujeres sometidas a tratamientos de infertilidad.

Una de las mayores limitaciones del estudio es que los investigadores solo examinaron la exposición autoinformada a pesticidas. La sangre y la orina de las participantes en el estudio no se probaron y las investigaciones se basaron únicamente en los datos comparativos entre lo que las participantes informaron que comieron con una base de datos del gobierno de Estados Unidos, de alimentos conocidos con alto contenido de pesticidas.

El profesor asociado de nutrición y epidemiología en la Escuela de Salud Pública Harvard, el Dr. Jorge Chavarro, fue el investigador principal del estudio. Los investigadores notaron que, debido a que este fue el primer estudio de este tipo, sus hallazgos deben ser confirmados, como todos los buenos estudios científicos. Este es un punto particularmente destacado, ya que el estudio no prueba específicamente que los pesticidas pueden causar infertilidad; sin embargo, es el primer estudio de este tipo que apunta a los investigadores en la dirección de dónde y cómo investigar más la relación entre la fertilidad y los pesticidas. Chavarro le dijo a TIME:

“Siempre fui escéptico de que los residuos de plaguicidas en los alimentos tuvieran algún impacto en la salud. Entonces, cuando comenzamos a hacer este trabajo hace un par de años, pensé que no íbamos a encontrar nada. Me sorprendió ver algo en cuanto a los resultados de salud”.

Entonces, ¿qué significa esto para las mujeres que necesitan o planean someterse a FIV? Es posible que desees darle a las frutas y verduras en su refrigerador una lavada adicional, y tal vez, mejor comprar productos orgánicos.