Cómo sabrán la lactancia y yo somos una misma. Después de haber pasado un mes en donde quería renunciar todos los días, 2 crisis de crecimiento (en donde piden todo el día justo para aumentar tu producción) y algunos dolores y grietas… ¡Todo es maravilloso!

En un principio me costaba trabajo salir de casa porque se me complicaba la lactancia en público, no por pena sino porque no estaba bien establecida y se requiere tiempo, paciencia y mucho amor. Sé que hay mamás que no les quedó de otra y así se la aventaron, como siempre he dicho: “mis respetos”. Yo tuve la posibilidad de irme adaptando. Al principio Lisa y yo no salíamos de casa si no era recién comida y volvíamos a la hora, máximo hora y media. Nos íbamos adaptando muy bien hasta que obviamente, con el paso de los días, las actividades comenzaron a aumentar y nuestra dinámica también. Sin embargo, soy muy afortunada porque tengo la oportunidad de traer a Lisa conmigo para arriba y para abajo y continuar con la lactancia.

Íbamos al teatro, a trabajar, a comer, caminar, etc. etc. y día a día nos fuimos acostumbrando a la lactancia en público. Cómo sabemos en este país no existen tantas salas de lactancia como una quisiera y no por una cuestión de que no te vayan a ver, sino que en las salas de lactancia hay sillones, un espacio cómodo y todo es maravilloso. Pero vivimos en un país en donde no hay, de hecho solo me ha tocado ver una sala de lactancia en Liverpool la cual agradecí enormemente. Así que vas teniendo tus mañas para que Lisa coma a gusto y tú estés tranquila (si no, no hay leche).

Siempre he defendido la frase de “cada quien su chichi”, hay mujeres que lactan abiertamente y no les molesta si alguien las ve o no, habemos otras que somos más pudorosas. No es una cuestión de pena, es una cuestión de que a mí no me gusta que me vean con mi chichi al aire, ni tampoco me tomo fotos enseñando todo y creo que así como se respeta a las que si lo hacen, también hay que respetar a las que no lo hacemos.

Sé que muchas que me leen no tienen ningún problema al respeto, pero por ejemplo el fin de semana comiendo con mi papá le di de comer a Lisa sin que él se diera cuenta … ¡Es mi papá y no quiero que me vea! La lactancia es lo más hermoso, es algo que se disfruta entre dos (es mi pensamiento).

Platicando con algunas amigas, me cuentan que algunas se bajan la blusa completa (y se respeta), otras compraron una manta especial para lactancia, otras se aíslan un poco, otras lo hacen como forma de establecer cultura, hay quienes son activistas, ¡Cada quien tiene su forma de practicar la lactancia! ¡Y todas se respeta!

Entiendo que hay veces que tú bebé te pide de comer y dónde sea y a la hora que sea … entiendo que hay veces que vas en el transporte y ahí tienes que darle de comer… ¡Todo se respeta! Y me da gusto que cada vez haya más conciencia sobre la lactancia, cada vez se critica menos a las mujeres que amamantan en público. Es hermoso lo que nuestro cuerpo hace, es hermoso el milagro de poder alimentar a nuestro bebé.

En lo personal a mi me funciona traer un brassiere especial para lactancia, blusas holgadas y con eso me basta.

Por cierto tengo una amiga que se llama Ana Gaby Almada que es bloggera y creo estás mantas divinas que a mí me ha funcionado mucho… búsquenla en facebook @amomlikeu ¡Ella los vende y son muy prácticos!

Para cerrar cada quien tiene sus experiencias, cada una de nosotros es diferente y cada quien su chichi…

¿Cómo te va a ti con este tema?

P.D.1 Gracias por leernos, gracias por compartirnos
P.D.2 Ya les contaré la próxima semana un tema que causará un poco de polémica
P.D.3 La sonrisa de Lisa, mi mejor regalo