Muchos de ustedes ya saben que estamos en espera de nuestro segundo bebé, y estamos muy felices de vivir esta maravillosa etapa en familia rodeados de nuestros seres queridos. Una amiga recién me dijo: “Qué bárbara, tú naciste para estar embarazada” y yo le comenté lo mismo que ya había mencionado anteriormente en unos de mis blogs. Mi esposo y yo, desde un principio cuando platicamos sobre nuestros planes de familia, acordamos que nos gustaría tener 2 hijos, independientemente de su género.

Nació Lisa, y pasado un año, una vez que mi cicatriz de la cesárea se recuperó y nuestro ginecólogo nos dio luz verde, nos animamos a buscar a nuestro segundo hijo. Pasaron 4 meses y nos embarazamos de Lucio. Les comparto un poquito de lo que he vivido hasta ahorita, porque si bien cada embarazo es diferente, uno también tiene que entender que el cuerpo ya sabe lo que es esperar a un bebé y funciona perfectamente para dar vida.

Soy una mujer muy extraña con los síntomas de embarazo, por eso mis amigas dicen que debería de tener muchos hijos. Yo sé que hay muchas mamás que sufren los primeros meses con náuseas, mareo, mal humor y achaques. En mi caso NO HAY SÍNTOMAS, tanta es la ausencia de síntomas que la pregunta más frecuente a mi ginecólogo es: ¿Estará todo bien? – Pobres ginecólogos, siempre los andamos saturando con mil preguntas.

Ni tuve mareos, ni tuve ascos, ni náuseas, nada, SOLO – y lo pongo en mayúsculas porque con Lisa no me había pasado, pero ahora… pobrecitos todos los que andan conmigo – he padecido un cambio rarísimo en HUMOR. Hablando con mi madre me dijo que hiciera ejercicios de respiración y la verdad me ha ayudado mucho. No sé si será que ahora Lisa tiene toda mi paciencia y se ha disminuido con los demás. Ya saben estamos en la etapa de NO, Y MÍO… ¡Y vaya que uno respira!

Los cambios hormonales sí se han reflejado en mí. Un domingo Naza estaba viendo la televisión y me paré frente a él y le dije: “Esposo, ¿por qué estás viendo la televisión?” – se rio y me dijo: “Es domingo y creo que es momento de ver la televisión” – tras escuchar su respuesta, me di cuenta de que estaba a punto de armar una escena sin motivo. Pero hablando la gente se entiende, y él y yo sabemos que son 9 meses en dónde pueden surgir estos cambios, aunque no es una excusa para volverse una arpía.

Los cambios en mi cuerpo son más evidentes, a diferencia de con Lisa, mi talla de sostén ha pasado de 34B a 34D y eso que apenas voy en el quinto mes, aún falta. Mi cadera pasó de 90cm a 100cm en 5 meses y la celulitis ha estado amenazando con invadir mis piernas. Fuera de esos cambios normales, cuido mucho mi alimentación y también procuro hacer ejercicio 4 veces a la semana, 30 minutos por día.

Con Lisa fue diferente, nunca tuve 100 de cadera, y mucho menos crecieron tanto mis senos, cada embarazo es diferente; pero si cuido mi alimentación y hago ejercicio, no es por una cuestión de belleza, soy muy consciente de que todo lo que como le pasa a Lucio y que el ejercicio me ayuda a la circulación y a que mis piernas no se llenen tanto de líquido. Aparte libero la hormona de la felicidad y me encanta que mi hijo sea parte de ella.

Platicando con una amiga, me contaba que existen diferentes “valores” en las etapas de nuestros hijos y me decía que desde la etapa de embarazo hasta que tienen un año el valor es la “ACEPTACIÓN”.

Me ha costado más trabajo el aceptar mi cuerpo durante este segundo embarazo. No sé si será que al estar diario en la televisión uno se exige más y quiere verse bien, pero después hablo con mi cuerpo y lo felicito por el excelente trabajo que está haciendo. Es imposible compararme con mis compañeras que no están embarazadas.

Al estar en televisión estás mucho más expuesta a críticas, a que todos opinen sobre tu panza y demás, pero en vez de preocuparme, he decidido ACEPTAR mi proceso con mucho amor. Nunca critiques el cuerpo de una mujer embarazada, porque nunca sabes lo que está pasando por su cabeza.

Hoy, a 21 semanas de embarazo, se me botó mi pancita y les juro que estoy muy emocionada por todo lo que viene. ¿Preparada?, creo que nunca estamos preparados al cien por ciento, pero sí muy emocionados.

Aquí les muestro un poquito de cómo ha ido avanzando mi pancita.

Imposible no contarles que en el primer eco de Lisa nos quedamos 2 horas contemplando las imágenes, y ahora con una pequeña de 1 año 8 meses corriendo por todo el consultorio, tuvimos que reducir la visita a 30 minutos. Sin embargo, cada visita ha sido maravillosa, la última vez Lisa se puso a saludar y cantarle a su hermanito feliz de la vida. Definitivamente a todo se adapta uno. Y todos hemos sobrevivido a un hermanito.

P.D. 1. Si estás embarazada, platícame de tu proceso

P.D. 2. ¿Cómo han tomado los hermanitos la noticia?

P.D. 3. ¿Cómo has aceptado los cambios que ha tenido tu cuerpo?

P.D. 4. Aquí leo sus comentarios… ¡FELIZ SEMANA A TODOS!