Es posible que desees que las orejas de tu hija (o hijo) sean perforadas tan pronto como nacen. Algunos hospitales incluso lo ofrecen para los recién nacidos. Pero para los expertos en el tema, la sugerencia es que los padres esperen hasta que su bebé tenga al menos 2 meses de edad.

Antes de esa edad, tu bebé no ha terminado de recibir su primer grupo de inmunizaciones, lo que significa que el pequeño está todavía expuesto a muchas infecciones.

Sin embargo, algunos médicos sugieren esperar más de 2 meses. El pediatra y dermatólogo Dr. Tsippora Shainhouse dice que esperar hasta que la niña tenga edad suficiente para cuidar de sus perforaciones por sí sola, es la mejor idea. El cuidado generalmente implica mantener los orificios limpios, girar los postes cada día y asegurarse de que mires cuidadosamente para detectar cualquier posible signo de erupción cutánea, irritación o infección.

Pero más importante que la edad de tu hija o hijo: es su opinión sobre el asunto. “Nunca deben obligar a sus hijos a hacerlo, sólo porque ustedes quieren que se haga. Si tu hija o hijo no quiere que le perforen los oídos, vale la pena hablar con ellos sobre esto”.

Antes de la sesión de perforación, fíjate bien en el material de los pendientes y asegúrate de que son seguros para tu hija. “Use sólo metales libres de níquel, especialmente para la perforación inicial”, dice Shainhouse. “Considere usar solamente postes de metales preciosos, incluyendo plata, oro, que son menos propensos a causar una reacción o erupción”.

También cerciórate de dejar los pendientes usados ​​para la perforación inicial en los agujeros bastante tiempo para garantizar que el agujero sea del tamaño correcto y permanezca abierto. Deja los aretes por lo menos las primeras seis semanas después de perforar las orejas. Si los quitas demasiado pronto y te olvidas de substituirlos, los agujeros pueden comenzar a cerrarse en una semana.

En sí no hay ningún problema con las perforaciones de oreja y el uso de aretes, simplemente conviene esperar un poco y escoger los pendientes ideales para tu hija… sobre todo recordando que los niños siempre están en movimiento y unos muy grandes, podrían ocasionar que se atoren y se lastimen. ¡Ah! Y tampoco nunca olvides la higiene en la zona para evitar una infección.