Las canciones infantiles proporcionan a los niños los elementos básicos de su primer idioma y que sus padres les canten, los hace más felices y les ayuda a formar una mejor relación con ellos.

Esto de acuerdo a la Dra. Georgina Nutton, profesora de educación infantil en la Universidad Charles Darwin (CDU): “Cuando lleguen a la edad de dos o tres años, los niños a través de las rimas que han aprendido por las canciones, aprenderán a expresarse de forma más rápida y fluida”.

“Es sólo un uso lúdico del lenguaje, pero significa que el niño entiende patrones fonémicos. Desde el punto de vista del lenguaje, los niños pequeños son como una alcancía y como papás debemos seguir poniendo palabras que les hagan más fácil la transición a la escuela: cuantas más palabras tengan entonces, mejor estudiarán”.

Es la naturaleza repetitiva de la mayoría de las canciones infantiles lo que enseña a los niños cómo funcionan los sonidos y las frases, además que les ayudan a aprender a leer más rápido.

Otro beneficio son los padres que componen sus propias canciones o rimas, pero en este caso hay que mostrar cierta cautela: “Los temas infantiles tradicionales ya tienen la rima y la cadencia que los niños necesitan. Así que si inventas tus propias rimas infantiles, podrías estar deshaciendo algo de eso, pero aún así es una buena actividad lingüística”.

“La diversión que implica que los padres inventen canciones y rimas a medida que su hijo crece, no sólo trae beneficios para el niño, sino para ellos también. Los hace disfrutar de la maternidad y paternidad más y crea un lazo más fuerte con su pequeño”.

Y uno de los mejores instantes para cantarle a los bebés, es la hora de dormir: “aunque no lo notemos, en ese momento el tono de voz cae un poco y presenta patrones rítmicos agradables. Además que desde el vientre, es nuestra voz la que les da una sensación de seguridad y familiaridad”.