Especialistas señalan que la edad para concebir a un bebé es fundamental para el desarrollo del menor, ya que puede generar afectaciones no solo durante el embarazo, sino después que se reflejarán en daños permanentes.

De acuerdo a ginecólogos, la edad en la que una mujer alcanza su nivel más alto de fertilidad es a los 20 años y esto termina al cumplir los 30, por lo que las probabilidades de tener un bebé es del 25 por ciento cada mes.

Al llegar a los 35 años, las posibilidades comienzan a bajar, ya que el cuerpo comienza a encontrar diversas dificultades para poder embarazarse, incluso existen riesgos durante el embarazo al tener más edad.

En los 40’s existe una gran disminución en el porcentaje de óvulos de calidad, pues el sistema reproductivo comienza a envejecer y las probabilidades de embarazarse se reduce hasta un 3 o 4 por cierto y se pone en riesgo al feto, y la posibilidad de sufrir un aborto espontaneo crece considerablemente.

 

El cuerpo al recibir una sobrecarga a esta edad, se ven comprometidos varios órganos como el páncreas o el hígado, por lo que puede provocar enfermedades como la hipertensión, incluso , diabetes gestacional.

Además el menor puede nacer con anomalías cromosómicas, que son las que provocan otros padecimientos en el bebé que le impide tener un crecimiento normal, las más comunes son:

  • Síndrome de Down: Al desarrollar un tercer cromosoma, cuando solo deben existir dos, esto retrasa el desarrollo físico y mental, además que los músculos son más débiles.
  • Síndrome X frágil: Este padecimiento produce deformidad en el ADN en el cromosoma X. Se presenta con retraso mental, afectando más a los varones que a las mujeres. Sus articulaciones son extremadamente flexibles y son más propensos a enfermedades cardiacas.
  • Síndrome de Klinefelter: Aunque la mayoría despliega una inteligencia promedio; tendrá problemas con el lenguaje, no le permite un habla normal, leer o escuchar. Cuando crezca no podrá relacionarse con otros.

También existen otras variables que alteran o evitan un embarazo saludable, como ovarios poliquísticos, miomas, o el fallo ovárico prematuro. Así como el peso, o los niveles de estrés y ansiedad; al igual que el consumo de alcohol, tabaco y otras sustancias.

Por otro lado, la edad del varón es muy importante, pues después de los 45 años hay más posibilidades de que los bebés nazcan prematuros, o con bajo peso corporal; esto según un estudio hecho por la Universidad de Stanford.