Un pequeño de 11 años ha cobrado fama internacional debido a que a su corta edad se ha convertido en tatuador.

Se trata de Brandon Burgo, originario de Puebla quien ha seguido la profesión de su padre y cuenta con casi dos años de experiencia.  Además su papá se ha convertido en su primer modelo ya que comenzó a tatuarlo a él.

Desde los 9 años, Brandon comenzó a preparar la mesa de trabajo de su papá, posteriormente comenzó a hacer esténciles, las plantillas o diseños en papel, que se adaptan al tamaño que quieren los clientes.

“Mi primer tatuaje fue el más nervioso, después me empezó a gustar y se me quitó lo nervioso. Me gusta cuando empiezo a tatuar, me entretengo”, señaló Brandon quien sueña con convertirse en un tatuador profesional quien también anhela con entrar en la Secretaría de Marina o estudiar una carrera universitaria.