Durante la vida de tu bebé existen diferentes momentos en donde existen cambios repentinos en su comportamiento, si comía cada 2 ó 3 horas ahora quiere estar comiendo todo el tiempo y pegado a ti, antes se quedaba dormido tranquilo después de comer y ahora llora todo el tiempo, podía dormir de corrido en su cuna y ahora no logra dormirse si no está en tus brazos. ¿Te suena conocido? Estos y algunos otros cambios ocurren en momentos en los que el bebé tiene una etapa de crecimiento, es decir da un pequeño estirón y por lo tanto necesita más leche y/o demanda más atención.
La palabra crisis podría sonar que es un tema negativo y para ti este periodo puede llenarte de dudas e inseguridades, sin embargo es algo muy normal que la mayoría de los bebés pasan y no es otra cosa más que tú bebé comienza con el proceso que lo acompañará durante toda su vida… CRECER.
Durante el primer año tu bebé pasará por tres brotes de crecimiento que son los más significativos, y suelen ocurrir en periodos muy similares en la vida de la mayoría de los bebés, aunque no siempre con la misma intensidad.
La primera crisis suele ser entre la 3ra y 4ta semana de nacimiento, el bebé llora desesperadamente buscando comer cada 30 min, en esta etapa tiene un mayor aumento de peso y necesita más leche para sentirse satisfecho, la producción de leche funciona por oferta y demanda y la única manera de producir más leche es pegándotelo cada que él lo está necesitando, esto puede ser durante 3 ó 4 días que es el tiempo que tarda tú cuerpo en satisfacer esa demanda y lograr producir mas cantidades, una vez pasados estos días el bebé volverá a hacer tomas más espaciadas eso si un poco mas largas.
La segunda crisis o brote se produce entre el mes y medio y dos meses, como en la crisis anterior el bebé comienza a experimentar una mayor necesidad de leche, se pone inquieto, se suelta y vuelve a tomar del pecho, llora, se pone tenso, como si no le gustara lo que está pasando, esto se debe a que en esta etapa la leche materna cambia su composición y su sabor, sigue estando bien nutrida pero como el bebé ya creció necesita otro tipo de nutrientes de acuerdo a su edad, esto puede irritar al bebé hasta que se acostumbre a su nuevo sabor.
La tercera crisis y la más prolongada se da entre el tercer y cuarto mes de vida, en esta etapa el bebé hace tomas caóticas, en algunas se distrae con facilidad, en otras come con desesperación y en algunas otras llora al poco tiempo de haber empezado a comer. A partir de los tres meses se producen grandes cambios en el cerebro, las conexiones neuronales se multiplican a grandes velocidades, la visión cambia y ahora puede ver más allá de la cara de mamá y eso lo distrae a la hora de comer.
Es muy común que en alguno de estos brotes pienses que no tienes suficiente leche y que tú bebé está pasando hambre, sobre todo por que pareciera que no produces la misma cantidad de leche que él está exigiendo y te den ganas de abandonar la lactancia y optar por la leche de fórmula, la realidad es que no es así, el pecho fabrica en función de la demanda, como te comenté anteriormente la única manera en que la leche que produces aumente es pegándote al pecho a tu bebé cuando este lo necesite. El cuerpo es muy sabio, a mayor succión mayor es la cantidad de leche que se produce.
Para superar estas crisis lo primero que tienes que hacer es confiar en que tú cuerpo es sabio y sabrá responder a los requerimiento de tú bebé, producirá lo que él está necesitando. Si tú bebé llora consuélalo pero no lo obligues a comer, respeta sus tiempos, si lo único que quiere es estar contigo es por que te necesita para estar tranquilo, esto ayudará a crear un vínculo más fuerte entre ustedes y él adquirirá la seguridad que tanto está necesitando.
Como siempre lo hemos dicho “La información te da poder” y en este caso seguridad, recuerda estar siempre bien informada y conocer por lo que le esta pasando tú bebé y en qué etapa se encuentra, esto te ayudará a estar mas tranquila y poder sobrellevar estos momentos con serenidad.