El parto es doloroso; es un hecho que el campo de la medicina ha hecho todo lo posible para navegar, buscando métodos de alivio del dolor adecuados para el trabajo de parto. Aunque existen medicamentos para el dolor, definitivamente pueden mejorarse. Un estudio reciente descubrió que el remifentanil podría reducir las epidurales en el parto.

Actualmente, la petidina es el fármaco para el alivio del dolor más utilizado durante el trabajo de parto, según The Independent, que señaló que, en el Reino Unido, la petidina se administra a más de un cuarto de millón de mujeres en trabajo de parto cada año. Sin embargo, algo común no necesariamente garantiza que sea el mejor.

En un nuevo estudio, publicado originalmente en The Lancet, según Eureka Alert, los investigadores examinaron los beneficios de un medicamento para el dolor diferente llamado remifentanil, que rara vez se ofrece durante el parto. Los investigadores se sintieron motivados a buscar nuevas vías para aliviar el dolor debido simplemente a que la petidina no siempre la reduce, según The Independent. Cuando la primera vía para el alivio del dolor es inadecuada, muchas mujeres en parto, recurren a la epidural. El remifentanil es un medicamento para el dolor opioide, que se usa para tratar o prevenir el dolor agudo después de la cirugía y se administra por inyección.

Al examinar a 400 mujeres mayores de 16 años que estaban dando a luz después de 16 semanas y solicitar alivio del dolor opioide, los investigadores obtuvieron resultados bastante impresionantes. Remifentanil redujo a la mitad el número de mujeres que solicitan epidural, según The Independent.

Una epidural es una inyección para aliviar el dolor que ingresa en el “espacio epidural”, ubicado justo afuera de la membrana que protege la médula espinal. El tipo más común de epidural, como lo señala WebMD, es el bloqueo nervioso. Es una forma de anestesia administrada por los médicos para adormecer los nervios espinales y evitar que las señales de dolor viajen a tu cerebro.

Las epidurales tienen sus beneficios, pero también riesgos. Según lo descrito por la Clínica Mayo, algunos efectos secundarios de una epidural incluyen: disminución de la presión arterial, que puede disminuir la frecuencia cardíaca del bebé; fiebre o picazón; dolor de espalda posparto; y es probable que no puedas caminar durante el trabajo de parto.

“Estudios previos han demostrado que al menos una de cada tres mujeres que reciben petidina para controlar el dolor durante el trabajo de parto requieren una epidural subsiguiente ya que el medicamento no siempre es efectivo”, explicó el autor principal del estudio, Matthew Wilson, en un comunicado de prensa.

Durante el ensayo, la mitad de las mujeres involucradas recibieron remifentanil durante el parto, según Science Daily. La otra mitad, administrada con petidina, recibía inyecciones cada 4 horas.

Al final, según The Independent, alrededor del 19% de las mujeres en el grupo de remifentanil no tuvieron epidural, en comparación con el 41% en el grupo de petidina. Además, Science Daily señaló que las mujeres en el grupo de remifentanil tenían menos probabilidades de necesitar fórceps en el trabajo de parto, en un 15% en comparación con el 26% del grupo petidina.

Los investigadores aún necesitan más estudios para analizar completamente beneficios y riesgos asociados con remifentanil. Pero sin duda estos hallazgos son trascendentes.