Los padres gastan una buena cantidad de energía preocupándose por la popó de sus bebés. Desde el momento en que nacen, les dicen lo importante que es prestar atención a su materia fecal para que puedan detectar posibles problemas de salud. Pero resulta que las heces de tu hijo pueden ser más que un reflejo de su estado de salud. Una nueva investigación ha demostrado que la defecación del bebé puede ser una gran fuente de probióticos.

Un nuevo estudio de Wake Field University publicado el jueves en la revista Nature encontró que las bacterias intestinales derivadas de la materia fecal infantil aumentan la producción de ácidos grasos de cadena corta, o AGCC (principal fuente de energía para las células que recubren el colon), según WXII 12. Investigadores de esta universidad recolectaron muestras fecales de 34 bebés sanos e hicieron un “cóctel” de probióticos utilizando las 10 mejores cepas de 321 bacterias intestinales extraídas de heces de bebés. El equipo de investigación probó una y cinco dosis de la mezcla de cepas en ratones, así como una mezcla de heces humanas para imitar el sistema digestivo humano, y descubrió que el cóctel mejoró la producción de AGCC y reguló el microbioma intestinal.

La investigadora principal Hariom Yadav, profesora asistente de medicina molecular en la Escuela de Medicina de Wake Forest, dijo en un comunicado, según Live Science:

“Los ácidos grasos de cadena corta son un componente clave de buena salud intestinal. Las personas con diabetes, obesidad, trastornos autoinmunes y cánceres a menudo tienen menos ácidos grasos de cadena corta. Aumentarlos puede ser útil para mejorar la salud”.

Incluso dosis únicas del cóctel probiótico aumentaron la producción de ácidos grasos de cadena corta, y mantuvieron equilibrio saludable de bacterias intestinales, tanto en ratones como humanas.

¿Y qué significa esto para adultos que buscan mejorar su salud intestinal? Yadav dijo:

“Este trabajo proporciona evidencia de que estos probióticos de origen humano podrían explotarse como regímenes bioterapéuticos para enfermedades humanas asociadas con el desequilibrio del microbioma intestinal y la disminución de la producción de AGCC en el intestino”.

En otras palabras: finalmente, las bacterias intestinales que se encuentran en la materia fecal infantil podrían extraerse y usarse en tratamientos que podrían ayudar a las personas con diabetes, trastornos autoinmunes y otras afecciones.

Curiosamente, esta no es la primera vez que los investigadores descubren los beneficios de la caca de bebé. Un estudio de 2014 publicado en la revista Meat Science descubrió que las bacterias de la materia fecal infantil podrían hacer las salchichas más saludables, según Slate. Para el estudio, los investigadores españoles tomaron tres cepas de bacterias encontradas en caca de bebé y crearon una versión de una salchicha de cerdo fermentada en el Mediterráneo conocida como “fuet”. El resultado fueron salchichas con el mismo sabor pero con menos grasa, sal y más saludables.

Pero no esperes ver suplementos de probióticos derivados de caca de bebé en los estantes de las tiendas en el corto plazo. Este estudio simplemente proporciona una fuente para estudios futuros, que primero deben realizarse, investigando “la influencia de los probióticos en el microbioma humano, el metabolismo y las enfermedades asociadas”, señaló Yadav, según Live Science.