Durante décadas, la práctica común de tratar a los bebés que nacen con dependencias de opiáceos, conocido formalmente como síndrome de abstinencia neonatal, implicó separar al bebé de su madre de inmediato y transferirlos a cuidados intensivos neonatales.

Como parte de este tratamiento, los recién nacidos a menudo no serían consolados ya que se recuperaron bajo la luz del calentador de UCIN. Pero a medida que aún se lidia con una epidemia de opioides, los médicos ahora están reconsiderando su enfoque al tratamiento de los bebés que nacen dependientes de estos. Y es un avance importante para uno de cada 50 recién nacidos con síndrome de abstinencia neonatal, según los últimos datos encontrados.

La idea emergente es que, en lugar de alejar a los bebés de sus madres, se mantengan juntos para que los bebés puedan consolarse a medida que experimentan síntomas de abstinencia (apretón de músculos, problemas de sueño, gritos inconsolables) según NPR. Al mismo tiempo, a los recién nacidos se les administrarán opiáceos en dosis que disminuirán gradualmente para facilitar su retiro hasta que puedan quitárselos, lo que un estudio de JAMA Pediatrics publicado en abril encontró más efectivo que la práctica estándar actual de colocar bebés en UCIN, informó NPR.

La Dra. Jodi Jackson, neonatóloga del Hospital Children’s Mercy en Kansas City, Missouri, está encabezando un esfuerzo a nivel estatal para lograr que los hospitales implementen este nuevo enfoque en la dependencia de opioides de tratamiento en recién nacidos, informó NPR. Ella dijo:

“Lo que sucedió hace 10 o 15 años, es que los bebés [dependientes de drogas] fueron retirados inmediatamente de la madre y puestos en un calentador de cuidados intensivos con luces brillantes sin que nadie los sostuviera. Por supuesto, ¡estaban molestos! Y en mayor riesgo”.

Se ha demostrado que el contacto táctil y piel con piel tiene un gran efecto en el crecimiento y bienestar de un bebé. Un estudio publicado el año pasado en la revista Desarrollo y Psicopatología descubrió que los bebés que son abrazados muestran menos genes que se consideran subdesarrollados para su edad. Y otro estudio de 2017 del Nationwide Children’s Hospital en Ohio halló que demostraciones tempranas de afecto aumentan respuestas cerebrales de un bebé.

Aunque las necesidades de los recién nacidos con síndrome de abstinencia neonatal son complejas, no es sorprendente que la incorporación del tacto, en particular, el toque de su madre, haga que el tratamiento sea más efectivo. Los bebés se vuelven más sanos más rápidamente.

Datos recientes de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, muestran que la tasa de mujeres embarazadas con trastornos por consumo de opiáceos se cuadruplicó entre 1999 y 2014. Muchas de esas mujeres ingresan a recuperación en el embarazo o después del nacimiento y deben controlar su tratamiento. Pero quitarles a sus hijos hace que eso sea más difícil.

Este nuevo tratamiento permitiría a las madres y sus bebés construir un vínculo amoroso mientras ambos se recuperan, según NPR. Y hay una ciencia que lo respalda: los estudios demuestran que el cuidado canguro promueve el apego seguro, y alivia la ansiedad materna, informó Motherly.

Hacer que los hospitales cambien a este nuevo enfoque requerirá mucho tiempo y educación, pero vale la pena el esfuerzo, por madre e hijo.