Si eres una persona generalmente temperamental, quizá a veces te sientas mal por estar de malas casi todo el tiempo. Pero de acuerdo con un nuevo estudio, sentirse malhumorado en realidad puede ser bueno para tu mente de alguna manera.

El estudio publicado en la revista Personality and Individual Differences y hecho por la Universidad de Waterloo estudió a 96 estudiantes universitarios para ver cómo el estado de ánimo afectaría su “función ejecutiva”, según informó Big Think. La función ejecutiva es “un conjunto de habilidades mentales que ayudan a hacer las cosas”, incluido administrar el tiempo, prestar atención, cambiar el enfoque, organizar, recordar detalles y realizar varias tareas al mismo tiempo, según WebMD.

Para el estudio, cada sujeto realizó una serie de pruebas para analizar su memoria y tiempo de reacción, de acuerdo con Big Think. También cada uno tomó una serie de cuestionarios para determinar dos cosas: su estado de ánimo actual ese día y su tipo de personalidad. Los tipos de personalidad eran altamente reactivos o de baja reactividad, que son dos temperamentos opuestos que afectan el tipo de personalidad, según el psicólogo del desarrollo Jerome Kagan.

Con base en los resultados de las pruebas y los cuestionarios, los autores del estudio encontraron que el rendimiento de la función ejecutiva es “peor en las personas de baja reactividad cuando el afecto negativo es alto”, según el estudio. Esto significa que las personas de baja reactividad exhiben un peor rendimiento de la función ejecutiva cuando se ven afectadas por un mal humor.

También descubrieron que la función ejecutiva es “mejor en las personas de alta reactividad cuando el afecto negativo es alto”, lo que significa que las personas de alta reactividad exhiben un mejor rendimiento de la función ejecutiva cuando se ven afectadas por un mal humor en particular.

Además, el estudio concluye que el temperamento emocional de las personas es un factor importante en cómo funcionan en su vida cotidiana.

Tara McAuley, profesora de psicología de la Universidad de Waterloo y coautora del estudio, es clara: estos resultados no significan que las personas de alta reactividad o alguien considerado malhumorado sea más inteligente. Ella dijo, según Medical Xpress:

“La gente no debería interpretar los resultados como si dijera que está bien perder el control o reaccionar de forma exagerada, o estar malhumorado… Sabemos que la reactividad emocional difiere de persona a persona desde una edad muy temprana y que estas diferencias individuales tienen implicaciones para salud mental más adelante en el desarrollo”.

Lo que sí significa es que funcionamos mejor cuando estamos en circunstancias en las que nos sentimos cómodos. Entonces, si tu hijo es una persona de gran reactividad, la próxima vez que se sienta particularmente enojado y malhumorado, tal vez sea un buen momento para recordarle que debe limpiar su cuarto. Y si tu hijo es una persona poco reactiva, la próxima vez que ocurra algo que lo ponga de muy buen humor, sería un buen momento para que haga la tarea.

Esencialmente, a los humanos generalmente no les gusta el cambio, y las personas funcionan mejor cuando las cosas son como ellos son normalmente.