Junto con los sentimientos de alegría y amor abrumador, las nuevas mamás son bombardeadas con un montón de emociones que pueden incluir una tristeza y ansiedad tremendas. Pero junto con estas emociones, los médicos también deberían evaluar la ira en los controles de posparto, según un estudio reciente, porque también podría ser un signo de depresión posparto.

Un equipo de investigadores de la Universidad de Columbia Británica revisó estudios anteriores y descubrió que la ira era una característica importante en las alteraciones del estado de ánimo postparto, según Science Daily. La revisión, dirigida por la estudiante Christine Ou, se publicó en Birth y también encontró que las madres tenían sentimientos de impotencia, expectativas de apoyo no satisfechas y una diferencia percibida entre la realidad y sus expectativas de maternidad.

Mientras que la ira es una emoción normal y esperada, cuando uno es más propenso a ésta que de costumbre, puede ser un signo de que algo más está sucediendo o una reacción emocional a un problema en sus vidas, dijo Ou, describiendo la ira posparto como una “señal de socorro” en nuevas madres. Ou y su equipo analizaron específicamente la Escala de Depresión Postnatal de Edimburgo, una evaluación que se usa ampliamente en el Reino Unido para determinar qué nuevas madres están luchando con depresión posparto.

Aproximadamente el 10% de las nuevas mamás sufren depresión posparto de acuerdo con Baby Center, pero esa cifra puede ser aún mayor porque muchas mujeres no buscan tratamiento para sus síntomas. El aumento de la conciencia de esta depresión puede ayudar a estimular a más mujeres a buscar ayuda, pero Ou explicó que los investigadores han pasado por alto la ira en sus estudios, según The Star. Además, cuando las mujeres están deprimidas y enojadas, la intensidad y la duración de su depresión pueden empeorar. En cuanto a por qué la ira no se ha examinado tan de cerca como otros síntomas, Ou explicó que ésta es menos socialmente inaceptable.

Carolyn Wagner, una consejera profesional con licencia que se ocupa de las luchas posparto, describió estos sentimientos de ira en las madres primerizas como la ira posparto, según Motherly:

“¿De qué diablos estoy hablando cuando digo “rabia posparto”? Estoy hablando de una ira abrumadora. Una ira tan intensa que parece que ni siquiera debería llamarse simplemente “ira”. Es la clase que se acerca sigilosamente a ti y, antes de que te des cuenta, estás explotando”.

Las nuevas madres pueden enojarse por una variedad de cosas, y no siempre son monumentales. Wagner enumera “pequeñas molestias” como platos sucios que desencadenan estos ataques de ira. Pero, ¿qué hay detrás de ellos? Science Daily informó que, según Ou, las posibles explicaciones incluyen expectativas rotas de la maternidad o la falta de un sistema de apoyo:

“Las madres pueden sentir que no han cumplido con sus propias expectativas y que también otros pueden juzgarlas porque, por ejemplo, están alimentando con fórmula en lugar de amamantar. Muchas madres también han expresado sentirse decepcionadas por otros en términos de apoyo de socios, familiares y proveedores de atención médica también”.

Por estas razones, Ou y su equipo apelan a los médicos y otros investigadores para que “examinen el enojo materno en el período postnatal a fin de comprender y manejar ese riesgo”.