Como si el último trimestre de embarazo no fuera lo suficiente incómodo, muchas mujeres sufren dolorosos calambres en las piernas en este último tramo. Incluso el dolor a menudo golpea por la noche cuando más podemos usar esas últimas semanas para descansar para el bebé entrante. Por eso, saber cómo prevenir los calambres en las piernas durante el embarazo es imprescindible.

A menudo atribuido al aumento de peso que alcanzas al final del embarazo, los médicos no están exactamente seguros de por qué las mujeres embarazadas son especialmente propensas a los calambres en las piernas, según la Clínica Mayo. Sin embargo, tiene sentido que esos kilos de más, y por supuesto, el pequeño humano que acampa en tu útero, contribuyan a los cambios en la circulación, así como a la presión sobre los nervios y tendones conectados a tus piernas. Por lo general, es una molestia temporal que se aliviará después del parto.

Señalados por un dolor agudo y repentino y un músculo de la pantorrilla apretado, los calambres en las piernas pueden ser muy incómodos y a menudo se sienten como si transcurriera una eternidad hasta que se acaban. Los estiramientos de los dedos de los pies, donde flexionas los pies hacia arriba, son un alivio inmediato, como lo es un masaje suave, señaló la American Pregnancy Association. Además, levantarte de la cama para un estiramiento de la pared podría ser la medida de emergencia que trae alivio, de acuerdo con Fit Pregnancy.

La Dra. Christine Greves, OB-GYN del Hospital Winnie Palmer en Orlando Florida, dice que el ácido puede acumularse en el cuerpo de una mujer embarazada, lo que básicamente significa que el dolor espontáneo y debilitante en las piernas es inevitable. “La información que tengo es que hay acumulación de ácido láctico y pirúvico y puede llevar a esta contracción involuntaria de los músculos. Pero es solo una teoría”.

La aplicación de compresas calientes o frías (diferentes temperaturas funcionan para diferentes personas), también puede aliviar el aguijón de los calambres persistentes.

Hay varias medidas preventivas que las futuras mamás pueden tomar para mantener los músculos relajados y ágiles, lo cual es especialmente importante al final del embarazo cuando necesitan descansar para la llegada de su bebé. En primer lugar, a Greves le gusta comenzar con algunas intervenciones que son relativamente fáciles para la madre, como el ejercicio regular y el estiramiento diario. También dejar de usar los zapatos que te aprieten, aunque antes te quedaran.

Si esas simples medidas no funcionan, Greves dice que algunos de sus pacientes han tenido éxito con los suplementos de magnesio. Es una afirmación respaldada por un estudio realizado por la Universidad Chulalongkorn de Bangkok, ya que el electrolito juega un papel importante en la contracción muscular y aumentar el suministro de tu cuerpo podría ayudarte corregir calambres.

Greves señala que las mujeres embarazadas siempre deben mencionar los calambres en las piernas a su médico, solo para descartar la posibilidad de que no sean un síntoma de algo más serio. “Puede que no sea solo un calambre en las piernas. También debes asegurarte de que no sea un coágulo de sangre. Si tienes una pierna que duele, asegúrate de que tu médico lo sepa, pero generalmente se presentan de forma muy diferente a los calambres en las piernas”.