Algo muy importante como mamás, es enseñarles a nuestros hijos a respetar y aceptar a los demás, sin importar su color de piel, religión, gustos y preferencias. Y si crees que los bebés nacen libres de tendencias racistas, estás equivocada. Un estudio publicado en Developmental Science descubrió que los bebés asociaban música feliz con rostros de personas de su propia raza y música triste con rostros de otras razas. Los bebés también prefirieron mirar caras de su propia raza, como se encuentra en un estudio publicado en Current Directions in Psychological Science.

¿Pero cómo enseñar a tus hijos a aceptar a los demás? Chad Nico Hiu se desempeña como director de diversidad e inclusión en el YMCA, y dice que nunca es demasiado temprano para comenzar a nutrir esos conceptos.

“Para fomentar una verdadera inclusión, debemos comenzar con una creencia genuina e inquebrantable de que todas las personas merecen ser tratadas en igualdad de condiciones y tener la oportunidad de alcanzar su máximo potencial con dignidad”, dice Hiu.

Él dice que es más importante alentar a tus hijos a tener curiosidad sobre otras culturas y comunidades, y a modelar ese enfoque de la vida.

“Gran parte de lo que los niños y adultos recuerdan sobre la diversidad proviene más de las interacciones y experiencias, [más] que de las presentaciones, folletos o incluso videos de YouTube”, dice Hiu. “En el aula y en los entornos curriculares, el refuerzo constante de que las diferencias y la diversidad nos fortalecen y deben ser celebrados, no temidos, son cruciales”.

De ahí la necesidad de representación y guía para navegar nuestros propios sentimientos de diferencia. La observación de Hiu también se hace eco del hallazgo de Harvard Business Review de que los programas de diversidad a menudo “fallan” porque son preceptivos.

Sin embargo, descubrieron que podía obtener resultados positivos al hacer tres cosas: “involucrar a los gerentes para resolver el problema, exponerlos a personas de diferentes grupos y alentar la responsabilidad social para el cambio”. Estos son conceptos que, por supuesto, podrías aplicar a los niños, a los que les encanta que se les dé la responsabilidad de las decisiones y participar en las conversaciones.

“Los jóvenes de hoy son a menudo hiper-observantes de todos los adultos que los rodean, desde padres/tutores hasta adultos con quienes entran en contacto en cualquier área de su vida cotidiana”, dice Hiu y también explica que la forma en que reaccionamos en estas situaciones es crucial para impartir la inclusión a nuestros hijos.

“Reflexione sobre su inclusión y lo que sus hijos están viendo, especialmente cuando se encuentra en espacios o comunidades donde no está familiarizado”, dice.

Él recomienda llevar a los niños a celebraciones culturales, actividades comunitarias y restaurantes que están fuera de las normas de lo que tu familia puede estar acostumbrada. Hacer un esfuerzo deliberado para crear relaciones con personas que pueden venir de diferentes orígenes es una buena manera de eliminar las ideas de un niño sobre con quién se relacionan. Si tu círculo social es homogéneo, es posible que debas poner un poco de trabajo para expandirlo.

También puedes utilizar libros infantiles brillantes que existen para ampliar su exposición al mundo. El objetivo es encontrar empatía y compasión por los demás, y tratar de respetar y aceptar sus diferencias.