Según la Academia Estadounidense de Pediatría (AAP, por sus siglas en inglés), nunca debes poner nada dentro de tu canal auditivo, ni siquiera un cotonete. Si tus orejas están sucias por fuera, el mismo sitio señala que puedes limpiarlas con un paño mojado. Sin embargo, tan bueno (y satisfactorio) como pueda parecer limpiar la cera del oído, puedes dañar los oídos e incluso causar pérdida de audición. De acuerdo con especialistas en otorrinolaringología, la limpieza de los oídos es completamente innecesaria, porque las orejas son en realidad “autolimpiables”.

Si demasiada cerilla causa síntomas como comezón en los oídos o dificultad para escuchar, los especialistas recomiendan usar unas gotas de aceite para bebés o gotas para los oídos compradas en la tienda, que pueden suavizar la cera y acelerar el proceso de migración de la oreja. Sin embargo, no todos los productos para el oído de venta libre son seguros. La Administración de Alimentos y Fármacos (FDA), emitió una advertencia de seguridad sobre las velas que dicen ayudar a eliminar la cera del oído, después de informes de lesiones.

Según especialistas de ENT, limpiar las orejas con una torunda con punta de algodón es realmente una mala idea. Puedes introducir cerilla en el canal auditivo y causar un bloqueo que, irónicamente, puede hacer que sientas que tus oídos necesitan limpieza. La AAP agrega que limpiarse los oídos puede dañar el tímpano, lo que puede causar pérdida auditiva permanente, dolor e infecciones.

Como lo explican los especialistas en otorrinolaringología, la mayor parte del tiempo la limpieza de cerilla de tus oídos es completamente innecesaria. Tu cuerpo la produce para los oídos por una razón: para proteger los conductos auditivos de la humedad, lo que puede causar infecciones. Con el tiempo, tus oídos se limpian automáticamente, y esa cerilla se moverá lentamente a lo largo de tu canal auditivo hacia el exterior y se lavará o se caerá.

De acuerdo con la AAP, tratar de limpiar la cera del interior de la oreja en realidad puede empujarla más adentro, haciendo que el canal se bloquee o que ésta presione contra el tímpano. Esto puede provocar dolor, perforar el tímpano o incluso dañar permanentemente tu audición. De hecho, el mismo sitio informa que unos 34 niños visitan las salas de emergencia de los hospitales todos los días debido a lesiones en la limpieza del oído.

Si te preguntas si es seguro usar algún producto para la limpieza del oído, la AAP dice que la mayoría son innecesarios y simplemente debes dejar que tus oídos hagan lo suyo. Si tienes síntomas o exceso de cerilla, según los especialistas en otorrinolaringología, las gotas para el oído que se venden sin receta, que dicen suavizar la cera del oído, generalmente son seguras.

De lo contrario, también puedes usar aceite mineral o aceite para bebés. El mismo sitio señala que el peróxido de hidrógeno puede sentirse bien y eliminar eficazmente la cera, pero deja un exceso de humedad en los oídos que puede ser un caldo de cultivo para la infección. Por lo tanto, si usas un producto con peróxido, realiza un seguimiento con un par de gotas de alcohol para secarlo.

Si a ti o a tus hijos les molestan los oídos o tienen dificultad para oír, llama al médico antes de intentar cualquier cosa.