Estás en un chequeo médico regular y luego el médico dice que te hará un ultrasonido vaginal. ¿Qué? ¿Duele un ultrasonido vaginal y qué debes saber sobre este procedimiento de antemano?

Aunque no es la actividad más divertida en el mundo, tener un ultrasonido vaginal generalmente no es doloroso. “Puedo decir que no duele, pero definitivamente es incómodo”, dice Ana, una mujer que experimentó ese tipo de ultrasonido para buscar fibromas en su útero. Además agregó que el médico aplicará mucha lubricación antes de insertar el aparato que se usa. Pero en algunos casos, es solo uno de esos procedimientos médicos por los que debes pasar.

¿Qué hace exactamente un ultrasonido vaginal? Un tipo de ultrasonido pélvico, también conocido como endovaginal, puede crear una imagen de los órganos reproductivos de una mujer mediante el uso de ondas de sonido de alta frecuencia, como se señala en Healthline. Pero para obtener una buena imagen, la varilla de ultrasonido (transductor) se inserta unos centímetros en el canal vaginal. Aunque puede implicar un par de minutos incómodos, este tipo de ultrasonido puede proporcionar a los médicos información sobre todo, desde la colocación del DIU hasta la confirmación de un embarazo temprano.

Si estás a punto de someterte a este procedimiento, es útil saber exactamente qué es lo que puede suceder. Afortunadamente, es bastante rutinario. Lo más probable es que comiences con los pies en estribos como cualquier visita a la oficina del ginecólogo, y probablemente te vistas con una bata médica. Entonces, para realizar la ecografía transvaginal, el transductor se recubre con una cantidad generosa de gel o una cubierta y se inserta unos pocos centímetros dentro de la vagina, como se explica en WebMD. Y eso es todo. Tu médico te dirá cualquier otra cosa que necesites hacer, pero en su mayor parte es una situación de tipo “descansar y retroceder”.

Además, la sonda de ultrasonido transvaginal tiene solo alrededor de 2 cm de diámetro, como se indica en Advanced Women’s Imaging. Es más o menos del tamaño de un tampón.

¿Cómo se siente? Bueno, el procedimiento puede causar una ligera molestia. Debido a que la varita se puede presionar contra las paredes del canal vaginal para obtener una imagen clara, es posible que sientas cierta incomodidad debido a la presión, como lo señala Radiology Affiliates Imaging (RAI). Respirar profundamente e intentar relajar los músculos puede ayudar a que la experiencia sea un poco más cómoda. En general, el examen tomará alrededor de 15 a 20 minutos, como lo señala RAI. Pero tan pronto como se acabe, podrás continuar el resto del día normalmente.

A pesar de la posible incomodidad de este examen, la utilidad de un ultrasonido transvaginal es real. “Han pasado más de 30 años desde la introducción de la ecografía transvaginal en la práctica diaria de obstetricia/ginecología. Se utiliza en el proceso de diagnóstico de todos los aspectos de la ginecología, incluido el diagnóstico de cáncer de ovario y embarazos ectópicos”, dijo Ilan E Timor-Tritsch, MD, en una edición de 2017 del Rambam Maimonides Medical Journal.

Ya sea que recibas una evaluación de fertilidad, revises si tienes fibromas o buscas la causa de dolor pélvico, estos exámenes son indispensables. Y superar los pocos minutos de incomodidad justifica la información médica proporcionada por un ultrasonido de este tipo.