La idea de que tu bebé se lastime es atemorizante. Desafortunadamente, sucede. El problema con los bebés, sin embargo, es que no pueden decirte lo que sucedió o lo que duele, por lo que debes preguntarte si debes llamar al médico, llevarlos a la sala de emergencias o esperar y ver. Es difícil saber qué ocurre cuando tu hijo no es verbal, por lo que es natural preguntarte cómo saber si tu bebé tiene un hueso roto. Afortunadamente, hay algunas señales de alerta que puedes tener en cuenta para que obtengas ayuda lo antes posible o evitar un viaje innecesario al hospital.

Según el sitio web de la Academia Estadounidense de Pediatría (AAP), Healthychildren.org, los huesos rotos son una de las formas más comunes de lesiones en niños menores de 6 años. Afortunadamente, el mismo sitio señala que los niños son bastante fuertes y que pueden sanar rápidamente. Pero cuando tu hijo se cae constantemente y se lastima, como se sabe que hacen los niños, puede ser difícil diferenciar una lesión potencialmente grave de otro golpe o hematoma.

De acuerdo con Caryl Waite, asistente médica de Mount Nittany Physician Group Pediatrics, se puede decir mucho sobre una lesión de donde se trata. La mayoría de los huesos rotos generalmente ocurren en el medio de las extremidades y lejos de las articulaciones. Y de acuerdo con BabyCenter, un hueso roto causará hinchazón y dolor, pero a diferencia de otros tipos de lesiones, no responderá al descanso y al hielo.

El mismo sitio señala que tu bebé podría decirte que duele al no usar o presionar el área afectada, o llorar cuando se toca. Sin embargo, es posible que tu bebé aún pueda mover un hueso roto, por lo que es mejor que reciba atención de un médico si sospechas que se rompió algo.

  • Expresa mucho dolor: Ver a tu hijo con dolor es lo peor. Según BabyCenter, si su dolor es intenso, está aislado en un punto y empeora si toca o mueve la extremidad afectada, es posible que tu bebé tenga un hueso roto y un médico lo evalúe lo antes posible.
  • La lesión no está cerca de una articulación: La ubicación es a menudo la primera pista sobre la naturaleza de una lesión, ya que Waite dice que si tu hijo tiene hinchazón y dolor cerca de una articulación, probablemente no sea un hueso roto. Las rupturas, por otro lado, generalmente ocurren lejos de las articulaciones en el medio del hueso.
  • Hinchazón y hematomas: Según Waite, muchas lesiones diferentes pueden causar hinchazón y hematomas, por lo que ambas no siempre son un signo de fractura ósea. Según Healthychildren.org, es importante prestar atención a cómo actúa tu hijo. “Normalmente, con una fractura, verá hinchazón y su hijo claramente sentirá dolor o no estará dispuesto a mover la extremidad lesionada”.
  • Evitan usar esa parte del cuerpo: Waite agrega que puede ser difícil determinar si una lesión es una rotura o un esguince: “Si el niño no soporta el peso de la pierna lesionada o no puede usar una parte superior del cuerpo, eso aumenta la probabilidad de una fractura”.
  • No mejora: Según BabyCenter, con la aprobación del médico, puedes darle a tu bebé medicamentos para el dolor de venta libre, como ibuprofeno o paracetamol, y usar paquetes de hielo para ayudarlo a sentirse cómodo.

Para otras áreas del cuerpo que no sean la espala, pelvis o cráneo, si el dolor y la inflamación de tu bebé mejoran con descanso y hielo, es probable que no sea un hueso roto. Pero, si no o empeoran, mejor llévalo a urgencias de inmediato.