Dicen que convertirte en madre cambia todo lo relacionado con tu vida. Después de tener un bebé, tú, tu familia, y probablemente tu cuerpo, nunca volverán a ser lo mismo. Pero, ¿alguna vez te preguntaste qué le sucede a tu cerebro durante el parto? 

Resulta que tu cerebro sufre algunos cambios físicos, hormonales y emocionales importantes durante el parto, y puede que nunca vuelva a ser el mismo. Eso podría explicar todo lo que ocurre después del parto, desde cómo nos vinculamos con nuestros bebés hasta si podemos encontrar o no las llaves de nuestro automóvil un mes después de dar a luz. Según la Sociedad de Endocrinología, tu cerebro libera hormonas durante el parto para decirle a tu cuerpo qué hacer. Luego, el proceso físico del nacimiento le dice a tu cerebro que produzca más hormonas, lo que crea un ciclo intrincado que afecta tu estado físico y emocional durante el trabajo de parto.
Pero eso no es todo. Los investigadores descubrieron que el embarazo y el parto en realidad también cambian tu cerebro físicamente. Un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Yale mostró que algunas partes crecen justo después de dar a luz. Otro estudio publicado en Nature Neuroscience mostró que otras partes pierden materia gris, lo que, de acuerdo con los autores del estudio, podría desempeñar un papel en cómo aprendes a ser madre.

Según la Sociedad de Endocrinología, durante el parto, el cerebro y el cuerpo trabajan juntos para hacer el trabajo. Diferentes partes de tu cerebro producen y liberan un cóctel de hormonas, que a su vez hace que tu cuerpo haga lo suyo durante el trabajo de parto, incluidos cambios físicos, como en el cuello uterino, contracciones del parto, alivio del dolor y lactancia. En respuesta, estos procesos físicos provocan que se liberen aún más hormonas, y así sucesivamente.

Los cambios cerebrales durante el parto también pueden afectar tus emociones, lo que probablemente no sorprenda a nadie que haya pasado por la experiencia. Según Live Science, investigadores de la Universidad Bar-Ilan en Israel han examinado cómo la hormona oxitocina, que se libera antes, durante y después del parto, afecta la capacidad de las madres para establecer vínculos con sus bebés y su posible riesgo de depresión posparto.En un estudio publicado en la revista Nature Neuroscience, los investigadores escanearon los cerebros de mamás primerizas antes de quedar embarazadas, poco después del nacimiento y durante el período posparto. Descubrieron que las madres realmente perdieron materia gris en sus cerebros en algún momento del embarazo. Según lo informado por Scientific American, aunque los investigadores no entienden completamente por qué sucede esto, postulan que estos cambios podrían ser la forma en que la naturaleza enseña a las nuevas mamás a enfocarse más en sus bebés y menos en otras cosas.

Otro estudio descubrió que otras partes del cerebro de las madres podrían agrandarse durante el embarazo y el parto. Investigadores de la Universidad de Yale observaron imágenes de cerebros de madres antes y después del parto y encontraron aumentos en el tamaño de áreas específicas del cerebro, incluidas la amígdala y el hipotálamo, que según el estudio publicado en el la revista Behavioral Neuroscience, podría desempeñar un papel en ayudarte a desarrollar nuevas habilidades.

Todo esto no quiere decir que los padres no se pueden vincular también con sus hijos. Según Science Daily, un estudio reciente mostró que los papás obtienen incrementos similares de la oxitocina en el cuidado de sus hijos, lo que tiene total sentido y demuestra, una vez más, cómo convertirse en padre cambia la vida.