Estudios han demostrado que los alimentos que comes o no puede afectar tu crecimiento, especialmente en la infancia, cuando el cuerpo cambia constantemente. Aunque compleja, esta correlación es particularmente cierta en lo que respecta a alergias alimentarias, que pueden privar a los niños de nutrientes clave. Tal es el caso de los lácteos: no beber leche de vaca podría afectar el desarrollo de un niño, según una nueva investigación. Pero no te preocupes: hay otras maneras en que tu hijo puede obtener los nutrientes que necesita para crecer.

Un estudio reciente del Sistema Nacional de Salud Infantil descubrió que los niños que tienen alergias persistentes a la leche de vaca son más propensos a ser más bajos y pesan menos durante la preadolescencia que los niños que son alérgicos a los cacahuetes o nueces, según Metro. Los investigadores calcularon las diferencias medias en altura, peso e índice de masa corporal de 191 participantes y descubrieron que los déficits en el crecimiento entre los niños con alergias a la leche de vaca eran pronunciados en los rangos de edad de 5 a 8 y de 9 a 12 años.

Sobre la base de los hallazgos, los investigadores teorizaron que una alergia a la leche de vaca limita una amplia gama de opciones de alimentos durante la primera infancia, cuando un niño está pasando por una serie de rachas de crecimiento, de acuerdo con ScienceDaily. Estas restricciones reducen la cantidad y los tipos de vitaminas y minerales que los niños necesitan.

La autora principal del estudio Karen Robbins, alergóloga/inmunóloga pediátrica del Sistema Nacional de Salud Infantil, dijo sobre los hallazgos, según ScienceDaily:

“De nuestra investigación anterior aprendimos que existe un riesgo continuo de déficits en altura y peso entre los niños con alergias alimentarias, y los niños que son alérgicos a la leche de vaca corren un mayor riesgo. Nunca han tenido leche de vaca en su dieta. En cuanto al etiquetado de los alimentos, muchos artículos “pueden contener leche”, lo que reduce severamente lo que podría ser una gran variedad de alimentos para los niños en crecimiento”.

Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos, estimaron que alrededor del 90% de las alergias infantiles, se pueden atribuir a ocho grupos de alimentos: leche, huevo, pescado, mariscos, trigo, soja, maní y nueces de árbol.

Un vaso de leche proporciona a los niños varios nutrientes clave beneficiosos para su desarrollo: calcio, proteínas, yodo, potasio, fósforo y vitaminas B2 y B12, según el Consejo de lácteos de California. Es por eso que las pautas alimentarias, recomiendan que los niños de 4 a 8 años tomen al menos dos vasos y medio de leche por día.

Aunque el estudio del Sistema Nacional de Salud Infantil se centró en niños con alergias a la leche de vaca, es lógico que los hallazgos también se apliquen a los hogares que se abstienen de consumir productos lácteos, ya sea por la sensibilidad a los alimentos o elecciones dietéticas. Pero eso no significa que debas preocuparte por los resultados de la investigación: hay muchas maneras para que tus hijos reciban las vitaminas y minerales importantes que necesitan para su crecimiento.

Si buscas una mejor alternativa a la leche de vaca, puedes probar: leche de soya, que es rica en calcio, vitamina A y D, y riboflavina; leche de almendras, que tiene vitamina E; leche rica, que está libre de soja, gluten y nueces; o leche de coco, que es rica en vitaminas C, E, B1, B3, B5 y B6, y una de las alternativas más saludables a la leche de vaca, según NDTV.