Una gran parte de ser nueva padre es, por desgracia, caca. Los médicos han aconsejado a los padres a realizar un seguimiento de caca bebé, monitoreando cosas como frecuencia, consistencia y color. Y debido a que ésta se ha estudiado tanto durante el siglo pasado, los científicos pudieron hacer una observación bastante importante sobre la forma en que ha cambiado con el tiempo. De hecho, según un nuevo estudio, los niveles de pH en la caca de bebé son muy reveladores.

El estudio, publicado en la revista mSphere, estudió los niveles de pH del popó desde 1926 hasta la actualidad. Los investigadores revisaron 14 estudios clínicos entre entonces y 2017 que analizaron 312 “bebés amamantados sanos”. Con el tiempo, descubrieron que los niveles de pH en la caca de bebé han aumentado constantemente desde 1926, y han aumentado aún más en los años desde 1980 y los investigadores creen que esto causa un desequilibrio microbiano, algo que puede conducir a problemas de salud como “ciertos tipos de cáncer, trastornos tiroideos, esclerosis múltiple y diabetes tipo 1”, según CBS News.

El pH mide cuán ácido o alcalino es algo, y estos niveles revelan información sobre el microbioma de un bebé. Eso es notable porque su microbioma juega un papel muy importante en los procesos de digestión y nutrición según una investigación publicada en el Centro Nacional de Información Biotecnológica. Además, los microbios que se encuentran en los microbiomas “contribuyen con funciones metabólicas, protegen contra los patógenos, educan al sistema inmune y, a través de estas funciones básicas, afectan directa o indirectamente la mayoría de nuestras funciones fisiológicas”. En pocas palabras, los microbioma nos protegen de las enfermedades.

Entonces, ¿qué significa exactamente el aumento de los niveles de pH en la caca de bebé? El estudio señaló que existe mucha evidencia que demuestra que “el microbioma intestinal del bebé tiene importantes implicaciones para la salud a largo plazo”:

“La pérdida de Bifidobacterium y el cambio profundo en el entorno intestinal, medido por el pH fecal, presentan una explicación convincente para la mayor incidencia de enfermedades alérgicas y autoinmunes observadas en las naciones ricas en recursos”.

Básicamente, las alergias y enfermedades autoinmunes han ido en aumento durante el siglo pasado, y los investigadores creen que este cambio en el pH podría tener algo que ver con eso. Dicho eso, ¿qué ha causado este cambio? El estudio detalló tres posibles razones: un aumento en la alimentación con fórmula, partos por cesárea y el uso de antibióticos.

El estudio observó que la leche materna tiene una “selectividad bacteriana” que la fórmula no:

“Un rápido aumento en el uso de sustitutos de leche humana (por ejemplo, leche evaporada y fórmula infantil), que carecen de la selectividad bacteriana de la leche humana, comenzando en la década de 1920 puede haber resultado en la incapacidad de fomentar altos niveles de Bifidobacterium el intestino del bebé entre los bebés no amamantados”.

También los investigadores creen que las cesáreas afectan a las bacterias. “El aumento en el parto por cesárea desde la década de 1980 limita aún más la transferencia fecal-oral natural de Bifidobacterium de madre a hijo asociada con el parto vaginal”, explicó el estudio.

Por último, observaron que se ha convertido en práctica común tomar antibióticos durante el parto, lo que afecta las bacterias intestinales del bebé: “El uso de antibióticos se ha vuelto más común durante el parto y muchas especies de bifidobacterias asociadas a los bebés son sensibles a estos”.

Dicho todo esto, los investigadores detrás del estudio no buscan que mujeres embarazadas o nuevas madres eviten la alimentación con fórmula, cesáreas y que tomen antibióticos: son avances médicos increíbles e importantes.