En la era actual, muchos padres parecen ser fanáticos del enfoque de Baby-Led Weaning (BLW), pero un nuevo estudio descubrió que dejar que los bebés se alimenten por sí mismos no ayuda realmente a prevenir la obesidad infantil como algunos esperaban, según The New York Times, aunque eso no significa que no deberías probar esta técnica, sólo hay algunas cosas que debes tener en cuenta.

Dado el aumento de la obesidad infantil en el mundo (México en los primeros lugares), según The New York Times, algunos estudios anteriores han sugerido el Baby-Led Weaning podría ser una buena estrategia para ayudar a enseñar a los niños mejores hábitos alimenticios al permitirles autorregular su ingesta de alimentos, lo que por supuesto suena increíblemente valioso. Pero resulta que un ensayo controlado reciente de JAMA Pediatrics, analizó los efectos del BLW sobre el crecimiento y el peso infantil y encontró que, bueno, ese no parece ser el caso.

El estudio, llevado a cabo por investigadores de la Universidad de Otago en Nueva Zelanda, analizó 200 parejas de madres/bebés, según Science News y las dividió en dos grupos. Un grupo alimentó a sus bebés como lo creyeron conveniente (en la mayoría de los casos, eso significaba alimentarlos con papillas), mientras que al otro grupo le dijeron que la leche materna o fórmula era mejor durante los primeros seis meses, y que luego podían dejar que sus bebés se alimentaran estilo Baby-Led Weaning.

Los investigadores volvieron a consultar cuando los bebés tenían entre 1 y 2 años respectivamente, y aunque puede parecer razonable pensar que el segundo grupo de bebés podría estar mejor, resulta que ambos grupos de bebés en realidad estaban igual de salud. De hecho, a la edad de 2 años, más de los niños BLW tenían sobrepeso en comparación con los bebés alimentados tradicionalmente, según Science News (10.3 versus 6.4%). Esa no es una diferencia lo suficientemente grande como para tener mucho significado, pero es bastante sorprendente.

Aunque el estudio básicamente desmintió la idea de que el Baby-Led Weaning era valioso para el control del peso, eso no significa que no tenga ventajas. Los bebés en ese grupo, amamantaron por más tiempo (22 semanas en promedio versus 17 semanas) y parecían tener menos nerviosismo alimenticio y mayor disfrute de alimentos que sus contrapartes alimentados con cuchara.

También puede haber otros beneficios. En una entrevista con Global News, Jennifer House, dietista y autora de The Parents ‘Guide to Baby-Led Weaning, explicó que el destete dirigido por bebés  (como se traduce al español), permite que los bebés coman alimentos enteros en lugar de alimentos diluidos en agua, les da la oportunidad de desarrollar la destreza y también les da un descanso a los padres.

En cuanto a los padres que podrían estar preocupados por asfixia, los investigadores de la Universidad de Swansea en Gales descubrieron que el BLW no conlleva riesgo de asfixia adicional en comparación con los purés, de acuerdo con Consumer Affairs, siempre y cuando los bebés puedan meterse la comida en la boca y siempre que las opciones de alimentos que se ofrecen sean suaves y fáciles de tragar.