Resulta que, algunos bebés son más propensos a desarrollar infecciones de oído. El pediatra de Pensilvania, el Dr. Jarret Patton dice que lo que pone en riesgo a un bebé son las trompas de Eustaquio. Él explica que estos son los tubos que ventilan el oído interno conectándolo a la parte posterior de la garganta. “Si los tubos tienen curvas o se bloquean con facilidad, es más probable que se llenen de líquido que no puede drenar, lo que lleva a una infección en el oído”.

Las infecciones de oído generalmente se producen cuando el niño tiene una infección por resfriado o en la parte superior de las vías respiratorias, explicó Parenting, y suelen aparecer cuando tu bebé tiene entre cuatro y seis meses de edad. El frío y la congestión de tu bebé pueden hacer que las trompas de Eustaquio se inflamen. Esto crea un vacío detrás del tímpano donde las bacterias pueden reproducirse y esto produce dolor e hinchazón.

Los niños menores de cuatro años son más propensos a contraer infecciones de oído, porque sus trompas de Eustaquio aún no están en la posición inclinada hacia abajo en que deben estar y debido a eso, su sistema inmune inmaduro los pone en mayor riesgo de contraer una infección.

Pero no son solo esas molestas trompas de Eustaquio lo que pone a algunos niños en mayor riesgo. Según KidsHealth, los niños que pasan tiempo con otros niños en la guardería son más susceptibles a las infecciones de oído, debido a su mayor exposición a gérmenes y virus. También mencionaron que los niños son más propensos a contraer infecciones de oído que las niñas, al igual que los niños alimentados con biberón. Otro factor importante que contribuye a las estas infecciones es la exposición al humo de segunda mano. El Dr. Michael Ferguson, especialista en orejas, nariz y garganta, dijo a WRAL que el humo de segunda mano puede irritar e inflamar las trompas de Eustaquio de un niño, lo que puede impedir que funcionen y drenen adecuadamente.

Si tu bebé tiene una infección en el oído, dependiendo de la gravedad, su médico puede o no recetar antibióticos. Si su infección está acompañada de fiebre, dolor y es verdaderamente bacteriana, lo más probable es que se receten antibióticos. Pero si parece que hay mucho líquido acumulado, su pediatra puede simplemente sugerir tratar el dolor con medicinas como Motrín.

Hay pasos que puedes seguir para evitar que tu bebé desarrolle una infección en el oído. Patton dice que una de ellas, es evitar darle biberón a tu bebé antes de acostarse, porque puedes permitir que el líquido se acumule e inflame las trompas de Eustaquio. En cambio, trata de mantener al bebé en un ángulo cuando lo alimentes, lo que puede ayudar a que las orejas se drenen fácilmente. También puedes limitar la exposición de tu bebé a otros niños enfermos y asegurarte de que los juguetes y las superficies estén limpios y desinfectados.