Los cotonetes son una de esas cosas que casi usas todos los días, pero en realidad no le prestas demasiada atención. Puedes usarlos para limpiar tus oídos, eliminar el maquillaje o incluso aplicar aceites o cremas, pero por más inofensivos que parezcan, resulta que en realidad pueden ser peligrosos, especialmente para niños pequeños. Y como mamá, definitivamente debes saber qué tan peligrosos son los tips y cómo mantener seguros a tus hijos.

Créelo o no, miles de niños han sido hospitalizados debido a hisopos de algodón. De acuerdo con el Journal of Pediatrics, de 1990 a 2010, más de 260,000 niños menores de 18 años fueron tratados por lesiones en el oído relacionadas con cotonetes y los niños menores de 3 años sufrieron la mayor parte de las lesiones. El estudio encontró que la limpieza del oído fue la principal razón de estas lesiones, y en más del 70% de los casos, los niños intentaban limpiárselos. Los investigadores también descubrieron que la mayoría de los casos involucraban dolor y sangrado, y en algunos casos había un daño sustancial en el canal auditivo.

La Academia Estadounidense de Pediatría (AAP) advierte a los padres sobre los peligros de limpiar las orejas de los niños con tips. El sitio web de la organización explicó que cuando tú o tu hijo introducen el aplicador dentro del canal auditivo, no solo están empujando más profundo la cerilla, sino que también pueden terminar dañando el tímpano. En algunos casos, cuando el daño es más grave, los niños pueden sufrir daños en el oído interno y tener mareos, pérdida de equilibrio y pérdida de la audición.

Los pequeños son más propensos a sufrir lesiones graves en el oído. Jessica Zablan, experta en bebés y propietaria de Birth and Baby Company, dice que debido a que podrías perforar fácilmente los delicados tímpanos de tu bebé, nunca debes insertarles un hisopo de algodón en los oídos.

Ella dice que el cerumem (cerilla del oído) está ahí para proteger naturalmente el canal auditivo de tu bebé, por lo que no hay ninguna razón para tratar de quitarla de sus oídos. Si notas que las orejas de tu niño se vuelven cerosas, Zablan sugiere que solo las limpies desde afuera. “Puede tomar una toallita tibia y simplemente limpiar la oreja y si todavía tiene alguna inquietud al respecto, háblelo con el médico de su hijo”.

Si siente que la cerilla de tu hijo está causando problemas, hablar con su pediatra es el mejor plan de acción. Si el pediatra considera que es necesario, puede sugerirte utilizar otros métodos de limpieza de oídos, que pueden incluir gotas cerumenolíticas (gotas para los oídos que ayudan a suavizar la cerilla) o irrigación de oídos en la que la cera se lava suavemente con agua. No intentes utilizar ningún remedio en casa sin consultar primero con un médico, porque cuando se trata de sus hijos, es mejor estar segura que lamentar.

Incluso si no usas cotonetes para limpiar las orejas de tu hijo, igual debes guardarlos en un lugar a prueba de niños. Los pequeños son notorios por meterse cosas en la boca, nariz y oídos, y si te han visto hacerlo antes, pueden tratar de probarlo ellos mismos. Recuerda que más de la mitad de los niños tratados por lesiones con tips, los estaban usando solos. Y solo para medidas preventivas, si ves que tu hijo intenta meterse algo en el oído, tómate un minuto para decirle que eso es peligroso y que podría lastimarse.