Muchos doctores te ponen a caminar o trotar para que comiences tu labor de parto. Desafortunadamente para las mujeres embarazadas y que están más que hartas de estarlo embarazadas, no hay evidencia que sugiera que correr o trotar es un medio efectivo para inducir el parto. Según el Colegio Estadounidense de Obstetricia y Ginecología (ACOG), aunque los ejercicios que incluyen trotar pueden ser muy beneficiosos tanto para la madre como para el bebé, simplemente no es una forma efectiva de dar a luz.

Sin embargo, eso no significa que sea una buena idea comenzar a trotar en el tercer trimestre si nunca has corrido antes. De acuerdo con ACOG, no deberías estar trabajando hasta el cansancio, ni deberías comenzar una actividad completamente nueva y vigorosa durante el embarazo. En cambio, debes permanecer con lo que te sentías cómoda antes de quedar embarazada y mantener ese nivel de atletismo durante todo el embarazo.

Eso no quiere decir que no hay algunos beneficios importantes para hacer ejercicio mientras estás embarazada, hay. Según Human Kinetics, hacer ejercicio mientras estás embarazada, incluso correr, actúa como un sobrealimentador para tu cuerpo durante el embarazo. Ayuda a mantener el aumento de peso en un rango saludable, puede facilitar el trabajo de parto y también puede ayudar a resolver los altos niveles de ansiedad en esta etapa. Además, no aumenta el riesgo de parto prematuro y disminuye la probabilidad de desarrollar preeclampsia.

No hay nada más frustrante a las 39 o 40 semanas que el dicho “solo tienes que esperar”. El embarazo a menudo acaba de volcar todos tus planes y mejores intenciones. Pero, ¿correr es bueno o induce el trabajo de parto si ya estás empezando a dilatarte y quieres mover las cosas? La Doula Sherry Streiter no lo sugirió, ya que: “Probablemente se sentiría como si una sandía le golpeara el cuello uterino con cada paso. Si bien puede hacer algo para iniciar el trabajo de parto, en teoría, probablemente solo se hará miserable al hacerlo”.

Según Social Science and Medicine, el único método natural probado para provocar el trabajo de parto es la estimulación prolongada e intensa del pezón. Requiere mucho esfuerzo y mucho tiempo, y aun así, no siempre funciona. El bebé hace lo que quiere y viene cuando cree que debería. Simplemente no hay forma de evitar ese hecho y correr no es tampoco la opción, aunque sí es buen hacerlo en los primeros meses.