Los registros de amamantamiento son una buena manera de rastrear la frecuencia con la que come tu bebé, cuánto tiempo está comiendo, cuántos pañales está produciendo, si está aumentando de peso y cómo se sienten los senos una vez que han terminado. De ninguna manera son obligatorios, pero las madres pueden encontrarlos útiles si saben que se benefician al ver los datos extraídos.

Al mantener este tipo de registro, puedes darte una buena idea si tu hijo está comiendo bien, aparentemente satisfecho y creciendo de manera constante, de acuerdo con The March of Dimes. Si bien no existe un período de tiempo establecido para rastrear tu lactancia materna, es bueno hacerlo hasta que realmente conozcas tu ritmo hasta el punto en que notes un ligero cambio en tu comportamiento.

Hay muchas aplicaciones para esto, así como registros de copia impresa basados ​​en planificador disponibles si deseas hacer un seguimiento. Puedes encontrar varias ideas en Pinterest dedicadas a impresiones, guías de diario de viñetas y más.

La asesora de lactancia y doula Meghan Taylor, explica los pormenores de los registros de amamantamiento: “Solo sugiero que use uno si no aumenta su ansiedad y le vuelve neurótica”.

“En las primeras semanas, está alimentando a demanda y mirando alrededor de seis pañales mojados por día, después de que su bebé tenga una semana de nacido, alrededor de dos pañales sucios por día. Si sus senos todavía se sienten realmente llenos después de alimentarlo, o su hijo no está mojando muchos pañales, aquí es cuando un registro se vuelve importante”, explica Taylor.

Sin embargo, si el pediatra o tu obstetra te dice que mantengas un registro, Taylor sugiere preguntarles por cuánto tiempo debes realizar un seguimiento. También podría haber otra razón, como que tu bebé fue prematuro o crees que tienes un suministro bajo. “Si hay alguna preocupación sobre la capacidad de su bebé para prosperar, eso solo es una buena razón para rastrear y llevar el registro. Especialmente si su bebé no está recuperando el peso que perdieron después del nacimiento”.

Taylor argumenta que no debes dejar que te abrumen los registros de amamantamiento. Si realizas un seguimiento, el tiempo que dure, depende de ti y de lo que tu médico o pediatra de tu bebé te recomiende, pero si eres una mujer muy organizada y que en general se preocupa por cada cambio, entonces seguro te será muy fácil hacerlo y mantenerlo hasta que tú lo decidas.