Seguimos en la temporada de la gripe, mocos, tos y demás. Y ya sea que a tu hijo lo ataque un virus o una infección en la guardería o es ese niño al que le gusta meterse en la boca todo lo que está a su alcance, es probable que hagas una visita al médico una vez o dos veces. A veces, incluso significa una dosis sólida de medicamento. Pero, ¿qué debes hacer si tu hijo omite una dosis de antibiótico?
“Si su hijo omite una dosis de antibióticos, administre la dosis tan pronto como lo recuerde”, dijo el Dr. Eboni Hollier, con certificación de la junta tanto en pediatría general como en desarrollo y conductual. “Si se acerca el momento de administrar la siguiente dosis, omita esa dosis por completo. En general, no se recomienda administrar una dosis doble de antibióticos debido a una dosis omitida”.
Administrar dos dosis de un antibiótico, antivirales o antifúngicos puede causar diarrea o malestar estomacal, según Pediatric Partners. Al igual que Hollier, el sitio web señaló que “si omitió una dosis de un antibiótico en solo una o dos horas, administre la dosis tan pronto como lo recuerde y luego continúe con las siguientes”. Pero si te das cuenta de tu error, administra una dosis adicional al final de la receta, por ejemplo, el día 11, si es una receta de 10 días.
Hollier dice que si no estás segura, también puedes verificar siempre la hoja de información sobre medicamentos que proporciona la farmacia para obtener instrucciones sobre qué hacer en caso de que omitas una dosis. Como siempre, en caso de duda, verifica con el médico de tu hijo.
Los expertos advierten rápidamente sobre el uso excesivo de antibióticos y dicen que al hacerlo eventualmente los medicamentos no funcionarán. En la mayoría de los casos, las infecciones de las vías respiratorias superiores, como el dolor de garganta y la bronquitis, se pueden curar con reposo, beber líquidos y administrar acetaminofeno o ibuprofeno para aliviar el dolor o la fiebre, según Health.
Calma el dolor de garganta de su pequeño con helados, líquidos calientes y pastillas (para niños de 4 años o mayores), según KidsHealth. También puedes probar con una compresa caliente en la nariz o frente si experimentan presión sinusal.
Si tu hijo termina con una receta para un antibiótico, hay algunas reglas que debes tener en cuenta. El primero, y tal vez el más obvio, es administrar solo medicamentos recetados por un profesional de la salud. Eso podría parecer obvio, pero no es raro que la gente piense que está bien compartir antibióticos o usar antibióticos sobrantes de una receta anterior, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).
La OMS recomienda prevenir las infecciones evitando el contacto con personas enfermas, lo que a veces es más fácil decirlo que hacerlo. Es por eso que es importante alentar el lavado de manos mediante el uso de un lenguaje que ayude al niño a comprender su importancia. Por ejemplo, contando historias divertidas de porqué es bueno lavarse las manos o creando una canción al respecto. Ese es un gran paso para evitar enfermedades.