Todo el marketing y los alimentos que son “completamente naturales” y orgánicos, puede ser bastante confuso cuando debes hacer las compras de comida para tu familia. Deseas lo que es realmente saludable y lo mejor para ellos pero ¿cómo sabes qué es realmente saludable y qué no? También puede ser un poco caro por lo que muchos padres se preguntan: ¿de verdad comer sólo lo que es orgánico es lo mejor para la salud?

“No hay nada de malo en comer orgánicamente. Sin embargo, para cosechar los mejores beneficios de este nivel de nutrición libre de pesticidas y otros químicos potencialmente dañinos, tienes que comer todo orgánico”, señala el pediatra Jarret Patton. Así que no puedes darle leche orgánica a tu hijo y luego alimentarlo con queso procesado, si realmente estás buscando los beneficios máximos: “No sabemos si hará una diferencia medible a largo plazo en su crecimiento, inteligencia o cualquier otra cosa, sin embargo, comer así total o parcialmente no hace daño”.

Según la terapeuta nutricional registrada de Roots & Shoots Nutrition, Melissa Pierson, “Al comer productos orgánicos, estamos armando a los niños con los alimentos más nutritivos que podemos. Los alimentos orgánicos pueden garantizar que su hijo consuma “los niveles óptimos de vitaminas”. y minerales, mientras reduce su exposición a pesticidas dañinos”.

Stephanie Middleberg, dietista registrada en el Consejo de Nutrición Pediátrica de Little Spoon y autora de The Big Book of Organic Baby Food, señala que: “Escoger alimentos con certificación orgánica (USDA Organic), cuando puede permitírselo, es una de las elecciones más importantes que puede hacer para sus hijos. Se ha descubierto que los niños que tienen una dieta orgánica tienen niveles mucho más bajos de metabolitos de insecticidas de alto riesgo en sus cuerpos”.

Todo el mundo sabe que los pesticidas no son buenos, pero ¿qué hacen exactamente con tu cuerpo? “Los plaguicidas son tóxicos por diseño y muchos pueden estar relacionados con diversos problemas de salud, incluidos toxicidad cerebral y del sistema nervioso, cáncer, alteración hormonal, irritación de la piel, ojos y pulmones”, explica Pierson, pero luego agrega: “Sin embargo, los beneficios para la salud de una dieta rica en frutas y verduras superan los riesgos de la exposición a los pesticidas. Comer productos cultivados de manera convencional es mucho mejor que omitir frutas y verduras”.

“Esto es aún más importante si se considera que alrededor de 1.400 pesticidas registrados por la Agencia de Protección Ambiental… están relacionados con cáncer de mama, colon, pulmón y ovario”, agregó Middleberg.

Pierson dice que la palabra orgánico se refiere a cómo se procesan los productos, y “la mayor diferencia entre los dos es la exposición a ciertos materiales y productos químicos a los que están expuestos los alimentos no orgánicos”.

Middleberg agrega: “Descifrar las etiquetas de los alimentos puede ser confuso y desafortunadamente hay un montón de maneras diferentes de usar la palabra ‘orgánico’. Pero hay cuatro categorías de “orgánico”: 100% orgánico, orgánico, hecho con ingredientes orgánicos e ingredientes orgánicos específicos”.

Como si esto no fuera lo suficientemente confuso, recuerda, las palabras “natural” y orgánico no son iguales. “En general, ‘natural’ en una etiqueta de alimento significa que no tiene colores, sabores ni conservantes artificiales. No se refiere a los métodos o materiales utilizados para producir los ingredientes alimentarios”, dice Pierson.

¿Ser 100% orgánico es demasiado caro para el presupuesto de alimentos de tu familia? Hay ciertos alimentos que puedes priorizar que tienen más residuos químicos que otros según Middleberg. Estos incluyen manzanas, plátanos, pimientos, tomates, bayas, productos lácteos, huevos y carne. Con agregar esos, ya mejorarás la salud de tu familia.