Es un hecho bien conocido que el control de natalidad hormonal viene con un conjunto de posibles efectos secundarios, que generalmente duran solo dos o tres meses. Algunas personas en la píldora pueden experimentar dolor en los senos, náuseas, dolores de cabeza o manchas entre períodos, entre otros problemas. Pero hay un efecto secundario que los científicos continúan debatiendo: si el control de natalidad hormonal puede causar depresión. No hay investigaciones concluyentes sobre el tema, y ​​un nuevo estudio sobre el vínculo entre el control de la natalidad y el suicidio, ha preocupado a muchas mujeres.

Un equipo de investigadores en Dinamarca pasó cerca de ocho años siguiendo a casi medio millón de mujeres danesas y su uso hormonal anticonceptivo, incluida la píldora, el parche y el anillo vaginal, según TIME. Lo que encontraron es que el riesgo de suicidio para las mujeres con control de la natalidad era casi el doble que el de quienes no estaban bajo control de natalidad, mientras que el riesgo de morir por suicidio era más de tres veces mayor para las usuarias de control de la natalidad, según el estudio, que fue publicado en el American Journal of Psychiatry. Las chicas jóvenes representaban el mayor riesgo relativo.

Esos hallazgos parecen alarmantes en el papel, pero una vez que profundizas en el estudio, te das cuenta rápidamente de que la correlación y la preocupación pueden ser exageradas.

Los investigadores solo identificaron a 71 personas que murieron por suicidio, aunque cabe señalar que los investigadores sí identificaron cerca de 7.000 primeros intentos de suicidio entre las participantes que tomaban anticonceptivos. Aunque los hallazgos muestran una diferencia en el riesgo relativo, 71 casos de casi medio millón parecen ser un número lo suficientemente grande para que hay cierta alarma. Pero eso no ha impedido que la autora principal del estudio, Charlotte Wessel Skovlund, sugiera que los médicos limiten las recetas hormonales de control de la natalidad.

En particular, Skovlund le dijo a TIME:

“Las mujeres y sus médicos deben ser conscientes de las reacciones al estado de ánimo como un posible efecto secundario, por lo que pueden dejar su anticoncepción hormonal si se sienten afectadas. Los médicos deberían ser más reacios a recetar anticonceptivos hormonales a niñas jóvenes, a menos que existan razones médicas para hacerlo”.

Aparte de los números, el estudio tampoco tiene en cuenta los factores externos que pueden afectar la salud emocional y mental de las mujeres que toman anticonceptivos hormonales. Como dijo Karin Michels, profesora y presidenta de epidemiología de la Universidad de California-Los Ángeles a TIME:

“Las mujeres jóvenes, son todavía más inseguras en las relaciones y pueden sufrir más por las rupturas, los eventos infelices y cosas por el estilo”.

Si el control de la natalidad causa o no depresión es un tema controvertido entre los círculos médicos. Un estudio piloto publicado en 2007 descubrió que las mujeres que usaban la píldora estaban “significativamente más deprimidas” que las mujeres que no tenían control de la natalidad. Pero estos hallazgos fueron desacreditados por un estudio de Archives of Gynecology and Obstetrics (AGO) que determinó que la depresión, de hecho, no es un efecto secundario común del control de la natalidad, y que la correlación entre los cambios de humor y la píldora sigue sin estar clara.

Además, el estudio AGO señaló que muchas de las aproximadamente 12 millones de mujeres en los Estados Unidos que viven con depresión también están tomando control de la natalidad, lo que podría explicar en parte por qué los investigadores ven que las dos coinciden en sus análisis. Además, un estudio de 2013 publicado en el American Journal of Epidemiology ha demostrado que el control natal hormonal podría ayudar a reducir los síntomas de la depresión y otros trastornos del estado de ánimo. Esa investigación sola debería hacer que sea difícil decir de manera concluyente que la anticoncepción causa cambios de humor en algunas usuarias.

Esto no quiere decir que el control de la natalidad hormonal no tenga un efecto sobre tu salud mental. Más bien, que la llamada evidencia no es tan escueta como los investigadores, nos hacen creer.