Si eres mamá de dos hijos, un bebé y tu hijo mayor ya se enfermó en esta temporada de frío, quizá te preguntes cómo mantener a tu bebé seguro en el invierno a pesar de que su hermano esté enfermo.

De acuerdo con el Dr. Jarret Patton, pediatra y entrenador de médicos, los padres no son completamente impotentes ante una enfermedad de invierno en los hogares (a pesar de lo que a veces se siente). Con suerte ya les estamos enseñando a nuestros pequeños acerca de la importancia de lavarse las manos con regularidad y si nuestros niños pequeños tienen la edad suficiente para comprender conceptos complicados, también podemos enseñarles sobre la propagación de gérmenes.

Así que su tu hijo se enferma, el Dr. Patton dice: “Durante el tiempo de enfermedad, es importante que su niño entienda por qué no deben tocar a su hermanito querido. Esto incluye intentar evite que compartan juguetes durante la fase de enfermedad, ya que los juguetes pueden diseminar los gérmenes casi tan fácilmente como tocarlos directamente”.

¡Los juguetes es clave! Incluso si tu niño y tu bebé tienen intereses muy diferentes y supones que están jugando con diferentes tipos de cosas, hay una gran cantidad de intercambio accidental de juguetes que todavía tiene lugar. Por esta razón, el Dr. Patton dice: “La limpieza frecuente de juguetes compartidos es una buena idea”.

Limpiar los artículos de juego con un paño desinfectante desechable al final del día puede ser una manera rápida y fácil de mantener la enfermedad lejos de tu miembro más pequeño de la familia.

“También es una buena práctica mantener cerca el desinfectante de manos para que pueda usarse tanto para padres como para niños pequeños antes de interactuar con el bebé”, aconseja Patton. La mayoría de nosotros estamos muy atentos con respecto a esa disciplina en el hospital y en las semanas posteriores, pero es fácil olvidarlo a medida que pasan las semanas y los meses de la vida del bebé. Lamentablemente, esa importancia no disminuye.

Y aunque el tema puede ser controvertido en algunos hogares, la experiencia médica de Patton insta a los padres a vacunar a sus hijos. Dado que el sistema inmunitario de los bebés todavía no está lo suficientemente desarrollado como para protegerlos como lo hace un adulto, las vacunas proporcionan una importante capa de salud y seguridad. “Las bacterias que causan tos ferina (pertussis) y virus como el de la influenza pueden tener consecuencias muy graves para los bebés antes de desarrollar su propia inmunidad contra ellos”, dice Patton.

Y esto no solo se aplica al nuevo bebé, que solo puede recibir ciertas vacunas para su edad. “Tener a los miembros de la familia vacunados contra estos patógenos puede ser de gran ayuda para proteger al bebé”, recuerda Patton a los padres. Si tiendes a desconfiar de las vacunas, habla con el pediatra acerca de tus preocupaciones relacionadas con tu estilo de vida y la exposición a gérmenes externos (es decir, guarderías, tiempo prolongado con otras familias, por nombrar algunos).

Si tu niño pequeño ya está enfermo, lo mejor que puedes hacer para mantener a tu bebé seguro es mantenerlo alejado de su hermano mayor con la mayor frecuencia posible y recuerda limpiar, limpiar y limpiar.