La hiperémesis gravídica significa náusea y vómitos persistentes y persistentes durante el embarazo según la Fundación HER (Hyperemesis Education and Research, por sus siglas en inglés). Lleva consigo las consecuencias de pérdida de peso, caries, trastornos de la articulación tempero-mandibular, enfermedad de la vesícula biliar y depresión.

Pero la Fundación HER observó que no todos los efectos del trastorno son fisiológicos. Hay problemas agudos y crónicos que se desarrollan con hiperémesis, y duran mucho después de que el embarazo ha terminado. Por ejemplo, hay a menudo una carga financiera real llevada por las mujeres afligidas con esta enfermedad.

Según el sitio web de la Fundación HER, hasta el 68% de las mujeres irán a licencia por enfermedad en algún momento durante su embarazo y el 78% de éstas perderán horas de trabajo remunerado (62 horas en promedio).

Esos efectos económicos se pueden sentir mucho tiempo después de tener el bebé. Con la enfermedad y esta ansiedad, no es de extrañar que muchas mujeres que sufrieron de hiperémesis durante su embarazo, experimentan una forma de trastorno de estrés postraumático postparto, de acuerdo con un estudio realizado por la Universidad de California en Los Ángeles.

La doctora Edith Nadal de Nueva York, expone las complicaciones a largo plazo de la hiperémesis, y si hay alguna manera de predecirlas o evitarlas: “Desafortunadamente, no hay una gran manera de predecir o evitar lo que sucede a las mujeres que sufren de HG. Algunas experimentarán náuseas o reflujo durante días, semanas o meses después de dar a luz. Otras tendrán la densidad ósea y tardará meses en regresar”. Ella dice que muchas mujeres que tenían HG durante el embarazo pueden sentir una sensación de ansiedad extrema sobre el embarazo y las posibilidades de quedar embarazadas, porque no es algo que quieren pasar de nuevo.

“Los problemas más comunes son la pérdida de cabello, la caries dental y los trastornos de la ATM Si has pasado nueve meses incapaces de tomar una nutrición adecuada y has estado vomitando ácido y bilis a diario, se necesita un peaje en el delicado esmalte de la dientes y tensiones en los músculos de la mandíbula “.

Así que es cierto, los efectos de la hiperémesis son a largo plazo, pero con un buen cuidado de tu médico (y dentista), poco a poco te recuperarás.