Si has llegado a la semana 14 de tu embarazo, ¡felicidades! Oficialmente has superado el cansancio, las náuseas, los senos adoloridos y la ansiedad que es el primer trimestre. Pronto descubrirás por qué el segundo trimestre (semanas 14 a 27), se considera en gran medida el mejor de los tres. Entonces, si te estás preguntando qué esperar en éste, es seguro decir que probablemente te encuentres con algunas sorpresas agradables.

Según los expertos en What To Expect, el segundo trimestre del embarazo es un momento de grandes cambios para ti y para tu bebé en crecimiento, así como también para un merecido alivio de esos síntomas implacables y debilitantes del embarazo temprano. A medida que tu bebé crece y se desarrolla (y su cuerpo cambia junto con ellos), en realidad comenzarás a verte embarazada y no como si hubieras comido mucho.

También comenzarás a sentir a tu bebé moverse y patear. Puedes esperar tener un ultrasonido durante el segundo trimestre para asegurarte de que tu bebé esté creciendo y desarrollándose bien, y si lo deseas, para averiguar su sexo. Este ultrasonido, es el ultrasonido anatómico de 20 semanas que permite a los médicos verificar cosas “que no se pueden ver en exploraciones anteriores, como anomalías de la médula espinal, defectos cerebrales, defectos cardíacos y anomalías diafragmáticas”. Debes escuchar a tu cuerpo y buscar signos de complicaciones y preocupaciones de salud comunes en el embarazo, que generalmente aparecen durante este período de tiempo.

De acuerdo con What to Expect, la mayoría de las embarazadas son felices en el segundo trimestre, ya que generalmente significa alivio de muchos de los síntomas del embarazo temprano, como náuseas, fatiga y sensibilidad en los senos. Como bonificación adicional, el mismo sitio señala que estos síntomas pueden ayudar a que tu vida sexual cambie para mejor (especialmente si no has estado de humor durante tu primer trimestre), ya que causa un aumento del flujo de sangre a todos los lugares correctos, haciendo que el sexo en el segundo trimestre sea muy bueno.

De acuerdo con la Clínica Mayo, si bien puedes encontrar alivio de los síntomas comunes del primer trimestre, como el agotamiento y las náuseas, el segundo trimestre trae consigo su propio conjunto de cambios para tu cuerpo embarazado. Tu vientre y senos continuarán creciendo y es probable que tu embarazo comience a “mostrarse”. Es posible que tengas que comenzar a usar ropa de maternidad o al menos, invertir en algunos leggings y sostenes nuevos para acomodarte bien. Tu segundo trimestre también es cuando comenzarás a sentir a tu bebé moverse y patear, lo cual será totalmente valioso.

La Clínica Mayo señala que los cambios hormonales en el segundo trimestre pueden hacer que tu piel cambie, con manchas marrones en tu cara (llamadas melasmas o la “paño”), y una línea desde tu ombligo hasta tu hueso pélvico (llamado línea negra). Si bien estos cambios en la piel no pueden evitarse por completo, el uso de protector solar puede ayudar, ya que la exposición al sol puede empeorarlos.

Para muchas embarazadas y sus familias, la parte más emocionante del segundo trimestre es la ecografía de cribado. De acuerdo con el Congreso Americano de Obstetras y Ginecólogos, además de darle un vistazo a tu pequeño, esta prueba le permitirá a tu obstetra o partera rastrear el desarrollo y la salud del bebé. Tu médico también medirá su tamaño, posición, movimiento, respiración y frecuencia cardíaca, examinará defectos de nacimiento y condiciones de salud, su anatomía, la placenta y la cantidad de líquido amniótico que está presente en tu útero y si tu bebé decide mostrarse, es cuando conocerás su sexo.

De acuerdo con What to Expect, puedes experimentar algunos síntomas del segundo trimestre que no son tan divertidos desde la cabeza hasta los pies, incluyendo la congestión nasal, mareos y encías hinchadas, dolor de ligamentos redondos en los abdominales inferiores, hemorroides y venas varicosas, piernas y pies hinchados. El mismo sitio señala que si tienes algunos síntomas, como sangrado abundante, dolor abdominal o fiebre superior a 38 grados, debes llamar a su médico o partera de inmediato. Además, debes aprender los síntomas de la diabetes gestacional: sed, aumento de la micción y fatiga; y de la preeclampsia: aumento de peso repentino, hinchazón y cambios en la visión, ya que estas condiciones pueden comenzar en el segundo trimestre.