Porque una cosa es ser buen padre y apoyar a nuestros vástagos en la mayoría de sus decisiones, otra ya muy distinta es ser un alcahuete y pasarles cosas en que nuestra época, nuestros papás jamás nos habrían permitido y justo sobre esos hijos flojos … o huevones, sin pelos en la lengua, es de lo que Mariza Ramírez, nuestra querida Lost en el Gabacho nos habla hoy.
Así que no lo olviden, señoras. Si sus hijos ya no quieren estudiar, ni trabajar o hacer algo en la casa, ¡déjenlos! Pero eso sí, quítenles todos los beneficios y verán como regresan hasta de rodillas a la escuela.