Al tratarse de un espectro, el autismo abarca distintas formas de manifestación. Así que, ¿cuáles son los diferentes tipos de autismo y cómo difieren uno de otro? Con 1 de cada 115 niños diagnosticados en México, según Autism Speaks, es importante conocer las diferencias. No sólo para los padres de niños con autismo, sino para todos.

Miriam Schotsky terapeuta de niños con este padecimiento en Nueva York, lo explica: “Hay realmente tres tipos de autismo principales que vemos todos los días. El que todo el mundo cree que conoce, que es el síndrome de Asperger. Las personas con Asperger puede tene un super alto funcionamiento, pero tienen dificultades para usar la sutileza, no leen muy bien las emociones y tienden a desenvolverse mal en situaciones sociales”.

“El siguiente de los tipos de autismo es PDD-NOS o retraso generalizado del desarrollo, no especificado de otro modo. Es lo más difícil de entender de los tres, es un trastorno de la personalidad y un retraso en el desarrollo, pero ninguno tiende a eclipsar al otro”. De acuerdo con la Universidad de Yale, PDD-NOS “es una condición ‘sub-umbral’ en la cual se identifican algunas características del autismo u otro Desorden Pervasivo del Desarrollo Identificado Explícitamente. Schotsky lo llama “autismo más o menos” debido a lo amplio que es el diagnóstico.

Los niños con PDD-NOS, de acuerdo con la Universidad de Yale, muestran signos de un retraso del desarrollo moderado a grave, mientras que también muestran un leve a moderado deterioro social. Las personas con PDD-NOS tienden a tener más conductas auto-estimulantes, que las personas con síndrome de Asperger. Pueden soltar sus manos, balancearse hacia atrás y hacia adelante o colocar objetos en la boca.

La última categoría de autismo es lo que se llama “autismo clásico“, que la Universidad de Harvard definió como de bajo funcionamiento social, mental y académico que las personas con Asperger o PDD-NOS. Es de inicio temprano (como en menores de 3 años de edad) y puede ser muy debilitante. Los niños con autismo van desde parcialmente verbal a completamente no verbal. Según la Asociación Americana de Psiquiatría, este es el diagnóstico más frecuente de los niños colocados en el espectro, con un tercio completo de todos los niños diagnosticados con autismo permaneciendo completamente no verbales e incapaces de asistir incluso lo más básico de sus propias necesidades. Los niños con autismo pueden tener graves dificultades emocionales que van desde las tendencias hacia el auto-daño a ser activamente agresivos hacia los demás.

Si bien estos son los tres tipos principales de autismo bajo la actualización 2013 DSM-V, hay dos síndromes adicionales que a menudo se clasifican con autismo, pero no están relacionados técnicamente: síndrome de Rett y trastorno desintegrativo infantil. El síndrome de Rett, de acuerdo con la Clínica Mayo, es un trastorno que afecta principalmente a las niñas y es tanto neurológico como de desarrollo. Puede afectar gravemente el desarrollo muscular y el funcionamiento motor, así como afectar el desarrollo del cerebro. También es un trastorno regresivo que empeora a medida que el niño envejece.

El trastorno desintegrativo de la niñez, también conocido como síndrome de Heller, es un trastorno de aparición tardía (más de 3 años de edad) que, según el Journal of Pediatric Neurosciences, afecta las habilidades sociales, lingüísticas y motoras. Es extremadamente raro, con sólo 1 de cada 100 mil niños que se ven afectados por él y que es abrumadoramente masculino. Con el síndrome de Heller, se percibe que los niños se están desarrollando normalmente hasta que se produce un repentino y brusco declive en el funcionamiento general del niño.

Los investigadores no saben qué causa estos trastornos todavía, tienen algunas pistas, pero no mucho. Por ejemplo, muchos casos de síndrome de Rett tienen un componente genético que pueden probar, pero no todo el mundo con ese gen desarrollará Rett. La ciencia sabe que una edad del padre avanzada aumenta la probabilidad de que un niño nazca con autismo. Sin embargo, las causas pueden ser multitudinarias. Lo único que los investigadores saben es que las vacunas no causan autismo, contrario a muchas creencias.

El autismo es complicado y no siempre se da en un diagnóstico directo. Cuanta más gente conozcamos que entienda el espectro del autismo, más fácil será interactuar con personas diagnosticadas con el trastorno y también conocer cada uno de los tipos de autismo, nos ayuda a aprender más sobre sus síntomas y señales.