Una cosa que aprendes como mamá es que tus hijos encontrarán continuamente maneras de probar tus límites. Cuando son lo suficientemente mayores, puedes fácilmente reprenderlos entregándoles una lista de tareas o quitando sus preciadas posesiones. Pero cuando son niños pequeños, es mucho más difícil. Esas caritas adorables, usualmente podrán salirse con la suya, pero lamentablemente tal vez las usen contigo más de lo que deberían. Entonces, ¿qué haces si tu niño ríe cuando lo disciplinas?

Es importante saber qué desencadena esas risitas incómodas. La psicóloga infantil Maureen Healy, autora de Growing Happy Kids, dice que los niños pequeños se ríen al ser disciplinados normalmente porque están nerviosos. “Tienen grandes sentimientos y no saben cómo liberarlos”.

Healy añade que otra razón por la que los niños pequeños pueden reír es porque quieren salvarse de la situación. “Tu hijo no quiere sentirse impotente en un regaño y se ríe de tu intento de controlarlo, por lo que la corrección del comportamiento no deseado debe hacerse con compasión y sin juicio. Piensa en que entrenas emocionalmente, no controlas, a tu hijo para obtener mejores resultados”.

¿Entonces? Tu hijo pequeño no te falta el respeto, aunque puedas sentir que lo hace. Sólo tiene un montón de emociones y sentimientos para comunicarte, pero como aún no saben hacerlo bien, a veces se equivocan.

No importa cómo tu niño reacciona sin embargo, nunca debes perder tu paciencia. Debes permanecer constante y firme cuando disciplines, pero no debes recurrir a gritar o golpear, lo que podría causar mayor ansiedad en tu hijo. Proporciona una explicación rápida de por qué el comportamiento de tu niño pequeño es incorrecto y a continuación, ayúdalo a que haga alguna otra actividad.

El refuerzo positivo también es clave. Cuanto más elogies a tu hijo cuando hace algo bueno, más probable es que lo siga haciendo. Sólo ten en cuenta que esa risa, no significa que tu hijo se burle de ti, sino que sólo trata de cubrir lo mal que se siente. Una vez que te das cuenta de que tu hijo está nervioso y avergonzado, puedes responder de una manera apropiada y compasiva.