El uso de antidepresivos por parte de las mujeres embarazadas no aumenta el riesgo de discapacidad intelectual de los bebés, sugiere un nuevo estudio.

Los investigadores analizaron datos de una gran muestra de niños y encontraron que aquellos cuyas madres tomaban medicamentos antidepresivos durante el embarazo no tenían mayor probabilidad de ser diagnosticados con discapacidad intelectual, que aquellos que no estuvieron expuestos en el útero.

“Hay un montón de informes sobre las asociaciones entre la toma de medicamentos (en particular la medicación psiquiátrica) durante el embarazo”, dijo el Dr. Alexander Kolevzon, de la Icahn School of Medicine en la ciudad de Nueva York, “algunos dicen que el uso de antidepresivos en el embarazo se ha relacionado con gestaciones más cortas y menores pesos al nacer y otros han ligado los medicamentos a un mayor riesgo de autismo”, agregó.

Por lo que él y su equipo condujeron una nueva investigación, para ver si podría haber un mayor riesgo de discapacidad intelectual después de la exposición a los medicamentos antidepresivos en el útero. Dicho estudio se hizo en Suecia y de los casi 180 mil niños incluidos en el estudio, alrededor del 2% fueron expuestos a antidepresivos en el útero.

En general, el 0.9% de los niños expuestos a los medicamentos fueron diagnosticados con una discapacidad intelectual durante los próximos ocho años, en comparación con el 0.6% de los niños no expuestos a los medicamentos.

Después de que los investigadores tomaron en cuenta otros factores, como la edad de los padres, los niveles de educación y la historia de la madre con depresión, encontraron que el aumento del riesgo en los niños expuestos podría haber sido debido al azar. Incluso sin ajustarse a esos otros factores, dijo Kolevzon, el pequeño aumento del riesgo entre los niños expuestos a los antidepresivos no debe afectar a las madres.

Los investigadores también examinaron si el riesgo difería por el tipo de antidepresivo tomado durante el embarazo, pero no encontraron ninguna diferencia: “En nuestro estudio en particular, el tipo de medicamento no parecía importar”, dijo Kolevzon a Reuters Health.

Sobre la base de los hallazgos, dijo: “cualquier aumento del riesgo probablemente está vinculado a otros factores como las edades de los padres y la historia de la madre con depresión. Si hay un riesgo, no es impulsado por la medicación sola, así que no podemos culpar a los medicamentos en sí”, concluyó Kolevzon.