Los padres a menudo no nos damos cuenta de que síntomas como secreción nasal, sarpullido, malestar estomacal o irritabilidad pueden indicar una alergia. En su lugar, vemos estas cosas como un resfriado, acné infantil, estómago delicado o simplemente un bebé quisquilloso. La mayoría de las veces estos síntomas (especialmente si son de corta duración) son el resultado de una gripe u otra enfermedad pasajera. Sin embargo, en algunos casos la causa es alergias.

Cuando el bebé tiene una reacción alérgica, es el resultado de una respuesta inadecuada por su sistema inmunológico. El sistema inmunológico está programado para combatir la enfermedad, pero a veces reacciona a una sustancia inofensiva, como el polen, como si fuera un parásito invasor, un virus o una bacteria. Para combatir, el sistema inmunitario sobreproduce proteínas protectoras llamadas anticuerpos. Esta sobreproducción causa hinchazón e inflamación de los tejidos (conductos nasales, por ejemplo). La reacción alérgica de tu bebé puede repetirse cada vez que esté expuesto a lo que la haya provocado.

La tendencia a contraer alergias es hereditaria, pero las alergias específicas no lo son. Por ejemplo, si eres alérgica a la penicilina, tu hijo puede desarrollar alergias aunque no sea alérgico a ella.

Si hay alergias en tu familia, hay medidas que puedes tomar para ayudar a tu hijo a evitar las alergias:

  • Amamanta a tu bebé durante al menos seis meses. Puedes aumentar los beneficios de la lactancia materna si evitas comer alimentos alergénicos incluyendo leche, huevos, pescado y nueces.
  • Si no amamantas, utiliza una fórmula hipoalergénica de hidrolizado de proteínas (está compuesta de proteínas que son indetectables por el sistema inmunológico).
  • Disminuye la exposición del bebé a los alérgenos comunes creando un ambiente hipoalergénico para él.
  • No permitas que fumen en tu casa.
  • Utiliza cubiertas y fundas de colchón resistentes a los ácaros del polvo.
  • Limpia regularmente para disminuir la concentración de polvo, moho y plumas en tu hogar.
  • Evita las alfombras (especialmente en la habitación del bebé).
  • Mantén tu casa libre de mascotas si es posible.