Existen muy pocos estudios de la visión del color en los recién nacidos, pero Anna Franklin, una investigadora de color en la Universidad de Sussex en Inglaterra, se dedicó a averiguar junto con otros colegas, que los bebés no sólo distinguen colores desde que nacen, sino que en poco tiempo saben categorizarlos.

“Los estudios que se han realizado, sugieren que los recién nacidos pueden ver un poco de color, incluso si su visión de color es limitada. Aunque no puedan distinguir el marrón del escarlata, ciertamente pueden ver un rojo vivo”.

Pero a medida que los bebés crecen un poco, obtienen una notable habilidad para distinguir entre todos los tipos de colores. Bebés de 4 a 6 meses de edad son capaces de clasificar los colores en cinco categorías.

Estas capacidades preverbales de color ofrecen una visión de algo que los científicos se han preguntado durante mucho tiempo: Sin aún saber palabras para mencionar los colores por su nombre, ¿cómo es que bebés pueden señalar en una rueda del color cuándo el azul se convierte en verde, por ejemplo?

Junto con Franklin y sus colegas, la psicóloga Alice Skelton, de la misma universidad se unió a este equipo e invitaron a 179 bebés de 4 a 6 meses de edad a mirar calmadamente y repetidamente 2 cuadrados y después modificaron su color hasta 14 veces.

Tras mostrar a los bebés 2 cuadrados del mismo color una y otra vez, los investigadores hicieron uno de los cuadrados de un nuevo color. Los bebés miraban el nuevo matiz con mucho detenimiento y lo señalaban, lo cual era una señal de que el bebé reconocía el color como nuevo.

Aunque a veces los pequeños no querían coooperar (al final del día son bebés), se encontró que distinguen bien los colores rojo, amarillo, verde, azul y morado.

Esto sugiere que los bebés probablemente nazcan con estas categorías preprogramadas en sus cerebros. Los resultados ofrecen una ventana interesante sobre qué sucede en el cerebro de un bebé mientras que aprende sobre. Y los resultados tienen una sugerencia gentil: No restrinjas el arte de tu recién nacido a blanco y negro, desde el principio dale colores: puede que ya tenga un cariño nato por el azul.