La natación es uno de los deportes que los especialistas más nos recomiendan para nuestros hijos desde que son pequeños, pero si tenías dudas sobre en qué momento es mejor llevarlo a clases la entrenadora juvenil de la Federación Alemana de Natación, Beate Ludewig da sus mejores consejos.

“La edad perfecta para aprender a nadar es de 5 a 6 años, ya que es cuando realmente nadan con convicción, por deseo de hacerlo. No sólo por las ganas de sacar a la cabeza para salir a flote”.

Porque cada niño es diferente, ninguna garantía es posible. Algunos niños son más valientes cuando se trata de contacto con el agua, mientras que otros son más ansiosos y necesitan más tiempo de práctica y paciencia.

Para Ludewig hay reglas básicas para la natación que los padres deben considerar al momento de buscar una escuela o club para que sus hijos aprendan este deporte: “No debe haber más de ocho niños en una clase de natación y deben ser supervisados ​​por al menos dos instructores en todo momento. Jamás deben celebrarse de más a los niños que llevan ventaja, ya que hay otros que están ahí para vencer el miedo al agua o para superar algún trauma donde tal vez hubo riesgo de ahogo y esto los hará sentirse mal”.

Ludewig también da consejo para aquellos padres que se desesperan al ver que su hijo no avanza en clases: “Sean pacientes. No les creen más presiones. Si el instructor de natación es bueno, eventualmente logrará que cualquiera nade, y lo haga bien”.

También tiene una sugerencia adicional sobre cómo los padres deben comportarse: “Muestren restricción. No se sienten en las gradas como vigilantes. Esto es especialmente importante para las madres y padres ansiosos, ya que la ansiedad se transmite incluso a través de un cristal, lo cual generará que su hijo se tense e inhiba. Las cosas siempre son mejores cuando los padres no están durante las clases”.