Una de las partes más bonitas como mamás, es “comernos” a besos a nuestros hijos. Sin embargo, hasta la fecha todavía existe el eterno debate de si darles besos en la boca está bien o es malo.

El lado médico

De acuerdo con la American Academy of Periodontology (Academia Americana de Periodontología), el problema no está en si la gente lo ve raro o no, sino en la higiene, ya que hay bacterias que sólo habitan en la boca de los adultos y que al besar a nuestros hijos, los exponemos desde pequeños a tener caries u otros malestares bucales.

No importa si vamos al dentista regularmente o que tan bien nos lavemos los dientes: nuestra boca es un mar de microbios que el sistema inmune de nuestros bebés no está listo para enfrentar.

El lado psicológico

Samantha Rodman, psicóloga clínica en Maryland, Estados Unidos con más de 20 años de experiencia dice que no hay ningún problema y al contrario, es bueno para que los niños aprendan que cierto cariño sólo debe venir de los padres.

Según Rodman, que los papás besen a sus hijos en los labios es sólo una muestra enorme de cariño. No hay una connotación sexual y el pequeño jamás lo verá así porque es hasta después de los 4 años que comienzan a entender estos conceptos. Lo que sí debes tener muy claro es que jamás debes forzarlo a darte el beso. Si tu bebé quiere besarte, adelante, pero si tú tienes ganas y él te rechaza, no lo obligues. Será en ese momento donde le das una señal equivocada de lo que significa dar cariño y ésta tendrá repercusiones cuando sea adulto.

También ten cuidado si entre los 4 y 6 años, sientes que tu hijo rebasa ciertos límites en el beso. En el instante donde te percates de esto, debes detener estas muestras de cariño y explicarle porqué lo has hecho. Recuerda que cuando sea más grande tendrá una pareja y si confunde estas expresiones románticas, le será difícil establecer una buena relación.

Fuera de eso y dejando de lado el aspecto bacteriológico, la psicóloga defiende esta práctica y asevera que después ayuda a crear adultos que aman más la vida y por lo tanto son más felices.